Máximo Thomsen, uno de los ocho rugbiers condenados el año pasado por el asesinato a golpes del joven Fernando Báez Sosa ocurrido en las afueras de un boliche ubicado en el balneario bonaerense de Villa Gesell a mediados de enero de 2020, pidió declarar y prometió que, en palabras de su abogado, “va a contar cosas que nunca dijo”.
Todo esto según lo que declaró
al medio argentino Todo Noticias (TN) su
nuevo defensor, Francisco Oneto, quien asumió su nuevo rol en el lugar de quien
había defendido a los ocho.
“La intencionalidad de él no era que esto termine en la muerte de nadie. Le dije que no podía garantizarle resultados, pero sí le conté cómo vamos a emplear las herramientas del derecho para mejorar su situación procesal”, explicó el abogado a TN.
Oneto afirmó que su defendido contará cosas que antes no le permitieron decir, declaración que admite la tesis difundida en los medios sobre el presunto “pacto de silencio”, a través del cual ninguno —ni los cinco condenados a cadena perpetua ni los tres que recibieron una condena de 15 años de prisión— declararon en el juicio.
Además, contó que la próxima semana se reunirá con su cliente, que se encuentra privado de libertad con una condena a cadena perpetua definida por el Tribunal de Casación Penal.
Luego de eso se ejecutará el pedido de declaración de Thomsen, señalado por los abogados de la familia de Baéz, liderados por Fernando Burlando, como ideólogo y principal ejecutor del crimen.