La Ingeniera Carolina Cosse (57), precandidata a la Presidencia de la República por el Frente Amplio-en el que pertenece al sector del Movimiento de Participación Popular MPP, se ha dedicado durante gran parte de su vida adulta al sector privado. En el 2008 se incorporó a la actividad pública al asumir como directora de la División Tecnología de la Información de la Intendencia Departamental de Montevideo.
En el 2010 fue designada por el entonces presidente de la República José Mujica como presidenta de ANTEL, cargo que desempeñó durante casi 5 años. En el segundo gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, se desempeñó como Ministra de Industria, Minería y Energía, cargo al que renunció hace algunos meses, para abocarse a la campaña electoral.
La siguiente entrevista fue publicada previamente en el portal www.semanariohebreojai.com
P: Carolina, tú no has tenido una agenda especialmente feminista en tu actividad política, pero evidentemente sos una de las mujeres más destacadas en la política uruguaya. ¿Qué significa para ti el Día Internacional de la Mujer?
R: Yo soy una mujer que por ser política no va a dejar de ser mujer y lo seguiré siendo. Toda mi vida he trabajado y caminado y avanzado para ir logrando espacios de igualdad, para mí y para quienes me rodean y para quienes ni siquiera conozco. Por ahí yo no soy orgánica de ningún movimiento feminista, pero yo creo que los feminismos son un conglomerado que debe ser abierto, donde el centro debe estar en lograr un mundo mejor y en que las mujeres, las niñas, tengamos la oportunidad de trabajar en ese mundo mejor.
P: ¿Sentís que hay muchas reivindicaciones todavía, muchos desafíos por lograr? Excluyendo los casos de violencia doméstica, que son los peores.
R: Yo creo que Uruguay ha avanzado mucho. Es un país destacado en lo que es su agenda de derechos, y en la medida que uno avanza siempre se aprende, en ese camino de avance, que quedan cosas por resolver. Nosotros hemos avanzado mucho en una agenda de derechos que se ha plasmado en un marco normativo, en leyes, y me parece que hay que avanzar en que, por ejemplo, todas las mujeres lo conozcan para que lo puedan usar, ejercer y disfrutar. Ese es un avance que tenemos que recorrer. Tenemos que avanzar también en medir los resultados de ese marco normativo y ver si realmente está bien implementado y plantear una difusión. Y, por supuesto, tenemos que avanzar justamente en la implementación de leyes contra la violencia de género que son garantistas, que son muy buenas, pero falta avanzar en la implementación. Siempre quedan espacios para avanzar y yo creo que eso también hace al dinamismo de los movimientos, ojalá estemos luchando por un pedazo más de igualdad.
P: ¿Te parece que los debes son problema más que nada de legislación, de implementación de medidas por parte de las autoridades, o más que nada un tema de educacion a nivel de sociedad?
R: Las dos cosas, porque las leyes que tenemos son muy buenas, sin embargo, no se ha podido avanzar en la implementación de juzgados especializados en temas de género. Ahí yo creo que hace falta una fuerte coordinación y el papel de los movimientos sociales es muy importante, porque generan el ambiente. Una fuerte coordinación para el Poder Judicial, por ejemplo, en aras de explorar posibilidades y de que, sin necesidad de la erogación de grandes recursos -que todos sabemos que tenemos que cuidarlos mucho porque tenemos siempre un límite-, poder con practicidad ver cómo se puede ir resolviendo y que haya juzgados especializados en temas de género. Yo me imagino que no todos los mismos juzgados tienen la misma carga de trabajo y que debe haber personal que se puede capacitar en temas de género y relocalizar. No todo es dinero. Ahí creo que el Estado como tal, no solo el Poder Ejecutivo sino los tres poderes, tienen que avanzar.
Después, en temas culturales creo que se ha avanzado mucho también, porque yo veo, sobre todo en las generaciones más jóvenes, padres jóvenes que están criando a sus hijos e hijas a la par con sus compañeras o compañeros, y son padres que no están "ayudando" a la madre, están cooperando. Ese es un gran avance y es real. El paso siguiente es cómo, en estos mismos padres, esta clase de conducta se traduce en otros ámbitos. Ahí yo creo que los más jóvenes nos pueden ayudar mucho.
P: ¿Has vivido situaciones en las que sentiste que por ser mujer tuviste que esforzando más? Quizás estando en política es medio obvio preguntarlo...
R: Bueno, yo soy ingeniera, así que...
P: Una profesión quizás percibida como más de hombres...
R: No sé si es una profesión más de hombres...creo que no hay profesiones de hombres y de mujeres. Sí he vivido a lo largo de mi vida una cantidad de situaciones de segregación. Lo que sucede es que por mi propio afán de superarme y de seguir adelante, en el momento no las consideraba y seguía para adelante, las ignoraba. Después llega un momento en el que te ponés a reflexionar y te das cuenta de que sí, hay situaciones de ese tipo. Cuanto más unidas estemos, cuanto más diálogo abramos con la sociedad...más van a mejorar las cosas. Es un tema de diálogo y de reflexión, de que todos visualizamos que nadie es más que nadie.
P: ¿Y te parece que siendo mujer has tenido quizás ventajas o ciertas posibilidades para ir para adelante, quizás especialmente en la política? Se la conoce como un mundo de hombres, pero se me ocurre que tiene que haber también ventajas...
R: Yo ventajas por ahora no he visto. Que algo se me haga más fácil, no... Igual o más difícil, más fácil, no...
P: Hay quienes ven en forma más positiva a la mujer en la política, a pesar de que es un mundo de hombres, que hay cosas que una mujer puede lograr distinto, ¿Estás de acuerdo con esta apreciación?
R: Ah, dicho de esa manera sí. Yo soy una persona que trabajo mucho con equipos, armo equipos, juego en toda la cancha, como dicen por ahí, me integro, y la verdad que toda mi vida veo los resultados que hay... pero armando equipos e integrándose a ellos, no desentendiéndose de las cosas -porque delegar no es desentenderse-, ahí siento que tengo una condición para eso. Y, después, me doy cuenta de que como no tengo el prejuicio, naturalmente los equipos que armo son paritarios, no me impongo una cantidad de hombres y mujeres, pero si tenés qué aportar, una idea, compromiso con el trabajo, conmigo vas a tener un lugar, no importa lo que seas.
P: ¿Te ves a ti misma como una mujer fuerte?
R: Sí, soy una persona fuerte. La fuerza no es inflexibilidad... yo no tengo ningún prurito en dar marcha atrás, cambiar los rumbos o admitir que me equivoqué, no me pesa. Creo que las cosas son mejores o más valiosas cuando se hacen a tiempo, por eso digo que me integro a los equipos. A veces siento a un equipo a trabajar en algo con una idea y a la salida de la reunión o la jornada de trabajo la idea cambió, se modificó y generalmente es algo más fuerte. Mi fortaleza está en que no trabajo sola, me parece que sé conducir y organizar equipos.
P: ¿Cómo has maniobrado entre la actividad pública, muy especialmente la política, y la familia?
R: Gran apoyo de mi familia, de mis padres, de mis hijos, que ya son grandes, tienen ya su vida encaminada, sus profesiones, sus parejas, entonces son una gran ayuda pero no son niños chicos.
P: ¿Qué edades tienen?
R: 36 y 37, son un hombre y una mujer.
P: ¿Qué dicen de la mamá precandidata a la presidencia?
R: Los dos están politizados y me apoyan 100%.
P: Sin eso es muy difícil, porque aparte es lindo venir a casa y compartir.
R: Por supuesto, es la cercanía de los seres queridos, mis amigas, mis amigos, tengo muchas amigas y amigos y la verdad que son las cosas más importantes de la vida, el afecto, la lealtad...
P: Y cuando decís las cosas más importantes de la vida, los hijos son lo más importante, Y me pregunto si has estado en situaciones a lo largo de tu carrera, en las que sentiste que tenías que elegir entre la carrera y la familia.
R: Si, esas son las cosas que son injustas, y por eso es importante ver el avance que ha habido Ahora, cuando yo te hablaba de estos padres jóvenes que a la par llevan a los niños a la escuela, cocinan, lavan, se reparten las tareas de la casa con la mamá... Eso hace a una construcción, es importante que avancemos con eso, porque si no lo que opera sobre uno es la culpa, que en realidad es el peor de los sentimientos. Yo con mis hijos siempre fui muy compañera, sin confundirme, era su amiga, no su madre, soy su madre. Siempre me ayudaban, a veces incluso a cocinar .Siempre me han apoyado en todo y yo, obviamente, a ellos.
P: ¿Tenés agenda común con mujeres políticas de otros partidos? ¿Te unen muchas cosas a ellas que pueden superar las diferencias partidarias, más allá del año electoral?
R: Si, yo creo que es una condición femenina destacable la capacidad de exceder algunas cosas y tratar de encontrar puntos de contacto para las cosas más importantes. Espero que sí.
P: ¿Qué es para ti una mujer realizada, cómo se mide?
R: No lo sé medir... No tengo ni idea... Sentir que uno tiene más que hacer, más que dar, capaz que es eso... Eso es una buena parte.
P: ¿Cómo te sentís en la campaña? Porque si bien las encuestas son volátiles uno me imagino que quiere estar pendiente y si no va a la cabeza puede plantearse para qué tanto esfuerzo... ¿Qué requiere de una mujer precandidata la campaña?
R: Bueno, yo me siento muy bien, tengo mucho contacto con la realidad, con muchísima gente. A la realidad uno no se aproxima desde un solo lugar, las encuestas son una aproximación a la realidad, hay otras formas de aproximarse y yo las considero todas, hay otras formas de medir y hay que estar en contacto real con la realidad, y yo lo tengo. Lo que yo hago es no quedarme con una sola lectura de la realidad y lo encaro como un proyecto de lo que yo quiero para mi país, es un proyecto para lograr que Uruguay sea lo que creo que puede ser. Un país que ya es elogiado por el mundo en muchos aspectos y que tiene las condiciones para, en un mundo cada vez más complejo, encontrar su lugar generando mejores condiciones de vida para la gente pero también mejores condiciones de cómo vivir, logrando una sociedad mejor. Creo que Uruguay ha avanzado mucho y puede avanzar mucho más.
P: ¿Cuál consideras es tu aporte especial, qué es lo que tú puedes traer que otros precandidatos del Frente Amplio no pueden?
R: Yo soy una persona que dice lo que piensa y hace lo dice, creo que mis diferenciales forman parte de mi propuesta. Creo que tengo una idea bastante certera de cuáles son las condiciones del futuro, del trabajo, de la producción, de los riesgos y problemas que hay en la sociedad. Creo que he demostrado que frente a metas que parecen imposibles o muy desafiantes puedo armar equipos y conducir un proceso para llegar a donde hay que llegar.
P: Ser precandidata implica, evidentemente, estar expuesta al ojo público y de la prensa. ¿Te parece que a una mujer en la política se le perdonan menos cosas, quizás la prensa se permite ser más crítica? ¿Sentís que hay un enfoque respetuoso, o la mujer va en desventaja en la lucha política?
R: Ventaja ninguna [risas], en desventaja... bueno, depende, es problemático generalizar. Hay periodistas y periodistas y medios y medios, no puedo darte una respuesta genérica porque sería muy injusta con los justos. Hay de todo.
P: Pero no es que te sentís maltratada en la campaña, en general.
R: No, maltratada no, pero a veces los vicios del machismo se expresan en algunos titulares. Ni vale la pena recordarlo.
P: ¿Te parece factible que la sociedad uruguaya elija a una mujer para la presidencia?
R: Yo creo que la sociedad uruguaya quiere una presidenta mujer. Es hora de que Uruguay tenga una presidenta mujer.
P: Muchas gracias Carolina.
R: Gracias a ti Ana.