Policía Caminera intervino durante la pasada madrugada un importante contrabando de cigarrillos, procedimiento llevado a cabo en el departamento de Paysandú y en el que los efectivos se vieron en la necesidad de usar sus armas reglamentarias.
Según informa el periódico sanducero El Telégrafo, los hechos ocurrieron sobre las 2:40 en el kilómetro 367 de la ruta 3, donde nace el camino que lleva al aeropuerto local.
Allí, dos efectivos de Caminera que efectuaban un control rutinario advirtieron que una camioneta se detenía unos metros antes, situación que les resultó llamativa. Abordado por los uniformados, el conductor se mostró nervioso y dijo haberse detenido por un problema mecánico. También alegó no portar teléfono, libreta de conducir ni la documentación del vehículo. En cuanto a la carga transportada, reconoció que se trataba de cigarrillos, algo que los agentes comprobaron mediante inspección ocular.
Interrogado por los policías, el conductor no dio detalles sobre el destino de la carga, pero sí reveló que viajaba convoyado por otro vehículo.
Minutos más tarde arribó al lugar ese segundo automóvil, en el que viajaban tres personas. De acuerdo con el citado medio, el conductor de este auto se acercó a los agentes e intentó sobornarlos con dinero en efectivo, e incluso les ofreció una tarjeta de débito en la que —prometió— les depositaría luego más dinero.
Cuando el sobornador notó que los policías no se avendrían a su propuesta, cambió de idea e intentó huir como había llegado. Para evitarlo, los efectivos dispararon contra los neumáticos del auto, obligándolo a detener la marcha.
Los agentes solicitaron entonces refuerzos, razón por la que poco después arribaron a la escena efectivos de la Seccional Tercera de Paysandú, así como el oficial principal de Caminera en el departamento, Alejandro Romero.
Se dispuso el traslado de los detenidos al Hospital Escuela del Litoral, donde se constató que no presentaban lesiones. Posteriormente, Policía Científica constató que la camioneta detenida tenía el número de motor y de chasis adulterados, y que transportaba 19.080 cajillas de cigarro marca Gift de procedencia paraguaya (de 20 cigarros cada una), dos envoltorios de nailon con una sustancia de color blanca compatible con clorhidrato de cocaína, así como 500 dólares americanos, 15.000 pesos uruguayos y dos celulares; uno de ellos había sido dañado momentos antes del arresto, presumiblemente para borrar indicios sobre la operativa de los contrabandistas y el destino del alijo, tasado en aproximadamente tres millones de pesos.
Asimismo, personal de la Brigada Departamental Antidrogas analizó el contenido de los sobres de nailon y determinó que contenían 1,6 gramos de clorhidrato de cocaína.
Los dos conductores, oriundos de Bella Unión y poseedores de antecedentes, fueron conducidos ante la Justicia. El que tripulaba la camioneta fue identificado como Daniel Dall’Oglio Muñoz, y se lo encontró culpable de un delito de receptación, por el que se lo condenó a siete meses de prisión.
El conductor del auto, llamado Rubén Reinaldo Klems Camargo, fue condenado por receptación en reiteración real y soborno, y se le impuso una pena de ocho meses de cárcel.