La ciudad brasileña de Santana de Livramento, limítrofe con Rivera, fue decretada zona roja este sábado debido al aumento de casos de coronavirus y su alto riesgo de contagio.
En primera instancia, las autoridades de la zona tomaron la decisión de no acompañar el decreto de gobierno del Estado, según informó el corresponsal de Radio Uruguay, Gerardo Hernández, aduciendo que debía haber medidas espejo en la ciudad de Rivera y que la situación estaba bajo control.
Sin embargo, según informó el diario de la zona A plateia, el prefecto Ico Charopen anunció este lunes que cumplirán con el decreto de la bandera roja.
"Tomamos la decisión: si la bandera es roja o negra, lo cumpliremos", dijo Charopen al medio brasileño, aunque admitió que la idea es buscar que se revea la situación y que la zona pase a ser catalogada con riesgo naranja.
Según informa A plateia, la vuelta atrás del alcalde se debió a que el fiscal general del estado de Río Grande, Eduardo Cunha da Costa, iba a denunciarlo por el crimen de incumplimiento de medidas sanitarias determinadas por el estado para impedir la propagación de una enfermedad infecciosa.
El decreto de zona roja determina, entre otros aspectos, que pueden abrir sus puertas solo los negocios de venta de artículos esenciales, con la mitad de planilla de sus trabajadores. Los restaurantes y bares tienen prohibido recibir clientes pero pueden optar por el delivery. Los centros comerciales permiten el acceso a servicios esenciales como farmacias, lavanderías y supermercados. También está prohibido abrir gimnasios, clubes sociales y deportivos, así como llevar a cabo celebraciones religiosas.