La agencia calificadora de origen japones R&I ratificó este lunes el grado inversor de la deuda uruguaya en moneda extranjera y mantuvo la calificación en BBB, con perspectiva positiva.
La agencia indicó que Uruguay tiene un alto nivel de ingresos y se destaca en América Latina por su estabilidad institucional y política.
A su vez, R&I espera "que las perspectivas económicas se recuperen a mediano plazo, principalmente por un gran proyecto de inversión de capital extranjero".
"Es cada vez más probable que las reformas estructurales multifacéticas ayuden a impulsar la economía. Teniendo en cuenta estos factores, junto con la necesidad de determinar el impacto económico y fiscal de la pandemia de covid-19 en curso, R&I afirmó la calificación de Emisor en Moneda Extranjera en BBB, dejando sin cambios la perspectiva de calificación Positiva", se expresó en el informe.
Sin embargo, aunque se señala que "no hay factores perturbadores particulares que emanen de la posición externa" del país, R&I advierte que "mantendrá un ojo en si el gobierno puede asegurar la recuperación económica y llevar a cabo reformas que mejoren la sustentabilidad".
La calificadora también destacó la capacidad de Uruguay de producir electricidad en base a fuentes renovables (más del 90%) y un fuerte impulso de los recursos naturales, incluido "el turismo, la agroindustria y la silvicultura".
Señala en relación a la segunda planta de UPM, que se llevan adelante inversiones públicas en la construcción de infraestructuras, ferrocarriles e instalaciones portuarias, que se han puesto en marcha antes del proyecto.
Debido a "nuevos incentivos fiscales, las inversiones privadas están activas y respaldarán el crecimiento económico a mediano plazo", augura la consultora.
Afirma que la cuenta corriente se ha mantenido "estable en los últimos años" y que el país no tiene "problemas de liquidez, con reserva de divisas que siguen siendo suficientes en relación con las deudas e importaciones a corto plazo".
"Desde 2012, los déficits fiscales han seguido aumentando. Reconociendo la consolidación fiscal como una de sus cuestiones de política prioritarias, la actual administración está trabajando para reducir el gasto mediante la introducción de nuevas reglas, un desafío que la administración anterior no pudo asumir. A pesar de un impacto fiscal significativo de la pandemia, R&I espera que los déficits sigan una trayectoria descendente a mediano plazo", advierte tammbièn R&I.
En esa línea, indica que "mantener una sólida posición fiscal es fundamental para la estabilidad de la economía de Uruguay, que es pequeña y expuestos a cambios en el entorno externo".
"El punto central es si el gobierno será capaz de implementar iniciativas como una reforma de las pensiones que espera la presentación de una propuesta de un comité de expertos y, por lo tanto, frenar los gastos estructurales", explica.
Finalmente, destaca como un desafío para el país a futuro el asegurar por parte del Banco Central del Uruguay (BCU) la liquidez en la economía, pero sin olvidar a mediano y largo plazo como una parte clave de la agenda el poder bajar la inflación.