La pobreza extrema en Venezuela cayó casi 15 puntos entre 2021 y 2022, según un estudio académico presentado este jueves que, no obstante, destacó la enorme desigualdad existente en el país, la mayor en todo el continente americano.
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2022, coordinada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) ubicó a 53% de la población en pobreza extrema, y a 81,5% en situación de pobreza.
En 2021, las cifras eran de 68% y 90,9% respectivamente.
"Por primera vez en siete años la pobreza se reduce en Venezuela", dijo el sociólogo Luis Pedro España en la presentación en Caracas de la encuesta, que observa un incremento en los ingresos en medio de un repunte económico.
Después de años en recesión e hiperinflación, Venezuela observa una relativa recuperación, que pasa por una dolarización informal y la flexibilización de férreos controles.
La Encovi recoge un crecimiento del empleo formal al 50% y una reducción de 7,7 puntos de la informalidad.
De todas maneras, Venezuela es "el país más desigual de América", asegura. Los más pobres ganan en promedio 7,9 dólares mensuales, mientras que los más ricos ingresan 553,2 dólares, 70 veces más, muestra el estudio.
"Esa situación de desigualdad no se va a poder corregir solamente con crecimiento económico", apuntó España.
"El año que viene, creciendo lo mismo, no vamos a reducir la pobreza así. Cada año la vamos a reducir menos y vamos a llegar un valle" porque "hacen falta políticas públicas que saquen a la gente de la pobreza y los conviertan en sujetos productivos".
Los ingresos no laborales, entre bonos del gobierno y remesas, cayeron de 44,8% en 2021 a 26,2 este año, a niveles de 2017, en parte por el aumento de las remuneraciones formales.
La Encovi, que estudia la pobreza multidimensional, en aspectos como infraestructura, servicios, vivienda, además del ingreso, alertó sobre la reducción de la cobertura escolar.
En el período 2021-2022, 1,5 millones de los habitantes del país de entre 3 y 17 años quedaron fuera del sistema educativo, observó, y destacó también que se redujo la utilización de los servicios públicos de salud, por su encarecimiento.
La encuesta se basó en entrevistas a integrantes de 2.218 hogares y fue realizada entre julio y agosto.