Escanlar es periodista (entre otras cosas). Es bueno, malo o regular, como gusten. Desde mi punto de vista, es bastante bueno. Tiene opiniones discutibles pero francas, sinceras, y estas son las cosas que le exijo a una columna. A mí también me parece que Escanlar es bastante soberbio. ¿Y? Me parece que escribe bien y punto, así como me parece que Dolina hace un excelente programa de radio, o que Maradona es un excelente jugador de fútbol, o que Lennon es un gran músico (antes de que digan que comparo a Escanlar con Lennon, busquen la definición de ejemplo en el diccionario). Ellos también arrastran ese problema. Son soberbios (cosa que a algunos no nos interesa). O a veces son fachos. O comunistas. O se pintan el pelo de verde... Un periodista bastante malo (no recuerdo su nombre) destacó una vez un rasgo de los latinoamericanos que él no entendía muy bien: según él, la gente le da un protagonismo demasiado importante a los artistas, deportistas, etc., y esperan de ellos el mensaje correcto, políticamente correcto, éticamente correcto, filosóficamente correcto.
En Uruguay eso pasa mucho, al punto de que bandas como Astroboy, o Supersónicos no venden muchos discos. Sí los venden tipos como Viglietti (musicalmente es terriblemente limitado) o NTVG, con frases como "a desalambrar" o "con hambre no se puede pensar". Eso no es música. Son sólo golpes bajos sensibleros, ¡¡¡por favor!!! El día que quiera escuchar eso, grabo un CD con el discurso de asunción de Tabaré y lo pongo en casa. Repito entonces: si la música la hacen sólo los correctos o si al fútbol juegan sólo los correctos, estamos fritos (culturalmente hablando).
Y si las columnas las escriben sólo los correctos, también. Así que espero que sigan apareciendo Escanlares por ahí. Aunque sea para calentarme, los voy a leer.