Esta semana, Cabildo Abierto (CA) y el Frente Amplio (FA) esperaban tratar como “grave y urgente” una nueva ley forestal con la que se pretende combatir los incendios. El texto, que cuenta con el visto bueno de la Cámara de Diputados, no es compartido por los productores rurales y algunos senadores del Partido Nacional ya tomaron postura.
El cometido era que el proyecto entrara al pleno del Senado el pasado martes en el marco de una sesión extraordinaria. Sin embargo, para eso se precisa mayoría especial, algo con lo que Cabildo Abierto y el Frente Amplio no cuentan.
En el proyecto se establece que el combate de los incendios forestales es responsabilidad del director nacional de Bomberos. También establece que los organismos públicos deben colaborar con la Dirección Nacional de Bomberos en la prevención y combate del fuego en predios rurales.
En ese marco, “se prohíbe la plantación forestal comercial a menos de 150 metros de las edificaciones en zonas rurales”.
También se prohíbe la plantación del tipo forestal dentro de “un radio mínimo de 500 metros desde el límite de zonas urbanas y suburbanas definidas por los planes de ordenamiento territorial departamentales para centros poblados vecinos de predios forestados”.
El senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva mostró su descontento con la iniciativa, y aseguró que “con este proyecto no se va a prevenir ningún incendio”. “Legislar sobre la producción nacional sin pedir la opinión de los involucrados me parece una barbaridad”, agregó el senador en rueda de prensa.
En ese sentido, indicó que los senadores que están de acuerdo con el texto están “legislando sin saber”. Ante la consulta de cómo evalúa que Cabildo Abierto acompañe al Frente Amplio, Da Silva respondió: “Veo que, probablemente, nunca diseñó un proyecto forestal. No tiene la menor idea del impacto que puede llegar a tener”.