El caso de “vacas locas” comprobado en el estado amazónico de Pará llevó este jueves a la automática suspensión de las exportaciones de carne bovina brasileña a China, debido a un protocolo sanitario acordado entre ambos países. En Uruguay, el tema se convirtió pronto en punto de debate entre legisladores del oficialismo y la oposición por las repercusiones que genera en suelo oriental.
“La vaca loca que apareció en Brasil es la primera buena noticia para la ganadería del 2023. Mientras actual el protocolo sanitario, empezarán a estallar los teléfonos desde China…”, publicó en Twitter el senador nacionalista Sebastián Da Silva, quien pronto fue cuestionado en la misma red social por legisladores del Frente Amplio (FA).
La senadora opositora Liliam Kechichian apuntó contra Da Silva, aunque sin nombrarlo. “Después de la positiva visita de Lula al Uruguay y las puertas que quedaron abiertas, me imagino lo que pensará la Cancillería brasilera del tuit de un senador oficialista que se alegra de la desgracia ajena y festeja que tengan vaca loca. Una verdadera irresponsabilidad”, tuiteó la referente de Fuerza Renovadora. Da Silva respondió a la publicación con el siguiente mensaje: “Estimada, nada tiene que ver Lula. Sí tiene que ver con el que tiene ganado cruzando las patas de hambre y de sed, que capaz que puede defender un poco más su trabajo previo al invierno. Un día que pueda salga y vea la realidad del país. Yo defiendo al productor siempre”.
Quien también salió al cruce de Da Silva fue José Manuel Mesa, ingeniero agrónomo que integra la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC) como delegado en representación de las Cooperativas Agrarias Federadas y la Comisión Nacional de Fomento Rural. En respuesta a la consideración de que “la vaca loca que apareció en Brasil es la primera buena noticia para la ganadería del 2023”, Mesa publicó: “Estando en la feria de Dubái, escucho este comentario y no parece acertado. Acá es un país vecino, que lo tenemos al lado. Festejar una desgracia ajena no parece la mejor manera de potenciar la ganadería uruguaya. Hay que hacerlo desde otro lado, por ejemplo, como lo hace INAC”.
El senador nacionalista le respondió a Mesa: “Acá el panorama es parecido al que ve usted ahí en el desierto. La venta de la hacienda previa al invierno con esta sequía debe de hacerse al mayor valor posible. Yo defiendo al productor. Más en estas circunstancias”. El ingeniero contestó que vive y trabaja en Uruguay, “en la ganadería”, y que también le preocupa lo mismo, e insistió en que “la defensa no va festejando la desgracia del otro”. Entonces, Da Silva sentenció: “Yo no festejo, digo realidades”.
Ataque y defensa
Da Silva considera que “la mayoría de los que critican” su tuit “no tienen la menor idea de lo que es enfrentar un invierno con este panorama”, ni “saben lo que es regalar el ganado, y menos el trabajo que lleva”.
“Naturalmente, nadie quiere que la vaca loca, y menos esta vaca loca que es una vaca loca distinta a la original, se instale, sino que va a permitir que actúe el protocolo sanitario y después intentar recomponer la exportación normal a Brasil, pero para los uruguayos, hoy, en esta coyuntura, es una buena noticia, porque el abastecimiento de carne a China va a tener mayor presión para Uruguay, y eso le va a permitir al productor uruguayo no regalar su hacienda previo a la entrada del invierno. Entonces, con sentido común y siempre velando por la rentabilidad, el ingreso en este caso y la supervivencia de mucho pequeño productor, capaz que por esta noticia no tiene que mal vender los ganados y puede sobrevivir”, concluyó en diálogo con radio Monte Carlo.
Efecto dominó
El Ministerio de Agricultura de Brasil confirmó la suspensión de las exportaciones de carne bovina brasileña a China y admitió además que, aún sin protocolos firmados, “puede ser que otros países suspendan sus compras”, al menos mientras no se aclare la naturaleza del caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB).
El titular de esa cartera, Carlos Fávaro, dijo, sin embargo, que está convencido de que será tipificado como un “caso atípico”, con lo cual se reducirían los niveles de gravedad y riesgo, y las medidas cautelares se limitarían a la hacienda en que fue registrado.
El animal enfermo, detectado en una finca que tiene apenas 160 reses, fue sacrificado y se le recogieron muestras ya enviadas a un laboratorio de la Organización Mundial de Salud Animal, que deberá determinar si se trata de un caso “atípico o clásico”.
Según el Ministerio de Agricultura, en el caso de las operaciones comerciales con China, el mismo protocolo que prevé la suspensión se aplica automáticamente una vez que se desactiva el potencial riesgo, a fin de retomar el intercambio.
De acuerdo a datos oficiales, las exportaciones de carne bovina de Brasil llegaron el año pasado a 2,3 millones de toneladas, con un valor de 13.000 millones de dólares, y casi en un 55% estuvieron destinadas al mercado chino.
La última vez que se activó ese mismo protocolo de suspensión de exportaciones hacia China fue en 2021 y fue también por 2 casos de “vacas locas”, finalmente catalogados como “atípicos” tres meses después de haber sido detectados.
Con información de EFE