Brasil, uno de los países más afectados por la covid en el mundo, registró en las últimas 24 horas 1.274 nuevas muertes por la enfermedad y encadenó dos días seguidos con más de mil decesos diarios, con lo que el número total de fallecidos ya roza los 206.000, informó este miércoles el Gobierno.
El gigante latinoamericano había contabilizado el martes 1.110 muertes, registrando así más de mil fallecimientos diarios en seis de los últimos nueve días y ahora cuenta con un promedio de 863 muertes diarias en los últimos 14 días, según el boletín divulgado este miércoles por el Ministerio de Salud.
Se trata de la mayor media de muertes diarias en 14 días en poco más de cuatro meses, desde el promedio de 868 muertes diarias registrado el 4 de septiembre del año pasado.
Además de las mil muertes diarias el martes y el miércoles de esta semana, Brasil ya había superado el millar de decesos en cuatro días de la semana pasada: 1.171 el martes, 1.242 el miércoles, 1.524 el jueves y 1.171 el sábado.
Las 1.524 muertes del jueves pasado, además, convirtieron ese día en el segundo más letal desde que Brasil registró el primer caso de coronavirus el 26 de febrero del año pasado, tan solo superado por los óbitos del 29 de julio (1.590 víctimas).
El fuerte aumento del promedio diario de muertes en las últimas semanas confirma que el país, uno de los epicentros globales de la pandemia, registra una segunda ola de la enfermedad sin nunca haber superado la primera.
De acuerdo con el boletín publicado este miércoles por el Ministerio, Brasil acumula hasta este jueves 205.964 muertes por covid y 8.256.563 contagios.
Estas cifras confirman al gigante latinoamericano, con sus 210 millones de habitantes, como el segundo país con más muertes en el mundo por la pandemia después de Estados Unidos y como el tercero con más contagios tras la nación norteamericana e India.
Según la cartera de Salud, Brasil registró en las últimas 24 horas 60.899 contagios, por debajo de los 64.025 casos registrados el martes.
UN CARDENAL Y UN ALCALDE ENTRE LAS VÍCTIMAS DE ESTE MIÉRCOLES
Entre las víctimas de este miércoles en Brasil por covid figuran el arzobispo emérito de Río de Janeiro, Eusebio Oscar Scheid, uno de los cuatro cardenales brasileños que participó en el cónclave que eligió como papa a Francisco.
Igualmente murió hoy por la enfermedad el exgobernador del estado de Goiás y exsenador Maguito Vilela, que fue elegido alcalde de la ciudad de Goiania en noviembre pasado cuando estaba entubado y sedado en un hospital tras haber contraído covid.
Aunque unos 50 países del mundo, entre los cuales algunos latinoamericanos como Argentina, Chile, México y Costa Rica, ya comenzaron las campañas de vacunación contra el coronavirus, Brasil aún no tiene fecha definida para el inicio de su campaña.
El ministro de Salud de Brasil, el general Eduardo Pazuello, dijo este miércoles que la vacunación contra la covid-19 comenzará la próxima semana e informó que el país contará a partir del sábado próximo con ocho millones de vacunas para iniciar su campaña.
Pazuello dijo que el Gobierno enviará un avión a India para recoger dos millones de dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca junto a la universidad británica de Oxford que fueron adquiridas al laboratorio indio Serum.
Brasil ya tiene almacenadas otras 6 millones de dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica china Sinovac.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) tiene previsto decidir el domingo si autoriza el uso en el país con carácter de emergencia tanto de la vacuna de Oxford como de la de Sinovac.
En caso de aprobación, Brasil podrá iniciar la campaña de inmunización el martes próximo, para cuando el Ministerio ya está preparando una ceremonia especial en la sede de la Presidencia.
La divulgación de los avances en la campaña de vacunación coincidió con la publicación del informe sobre la situación de los derechos humanos en Brasil en el que la organización internacional Human Rights Watch (HRW) acusó al presidente Jair Bolsonaro de haber intentado "sabotear" el combate contra la covid-19 en el país.
De acuerdo con la organización, el líder ultraderechista "restó importancia" a la covid-19; la llamó de "gripecita"; se negó a protegerse a sí mismo e intentó impedir que los Gobiernos regionales impusieran medidas de distanciamiento social para contener el virus, algo que solo logró frenar la Justicia y la acción de otras instituciones nacionales.
EFE