Brasil registró este sábado 956 nuevos fallecimientos por coronavirus, con lo que el total de muertes llegó a 28.834 y supera a las ocurridas en Francia, mientras que la cifra de contagios se aproxima al medio millón, según informó el Gobierno.
Los casos confirmados llegaron este sábado a 498.440, cifra que ratifica a Brasil como el segundo país más afectado del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, y a la que durante las últimas 24 horas se sumaron otras 33.274 personas contagiadas.
Según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, que se ha convertido en una referencia global, Estados Unidos es el país con más fallecidos por COVID-19 (103.389), seguido por el Reino Unido (38.458), Italia (33.340) y ahora Brasil (28.834), que superó este sábado a Francia (28.771).
El número de muertos en Brasil bajó del millar por primera vez desde el pasado martes, pero los especialistas en salud consideran que los balances difundidos los fines de semana no contemplan todos los casos, pues hay una reducción del personal responsable por el procesamiento de los datos sobre la pandemia.
También se baraja la posibilidad de que el número de casos y de fallecidos sea mucho mayor, sobre todo por la escasa cantidad de test que realizan las autoridades sanitarias brasileñas, respecto a los que se aplican en otros países.
El pico de la pandemia en Brasil, de acuerdo a diversos expertos en sanidad pública, se calcula que será alcanzado entre los meses de junio y julio, por lo se considera que el país aún enfrentará unas cuatro o cinco semanas con el patógeno en plena expansión.
Aún así, muchas ciudades del país han comenzado a relajar las medidas de aislamiento social y las cuarentenas adoptadas desde el pasado marzo.
Una de esas ciudades en las que se ha adelantado la retomada de las actividades comerciales es Brasilia, la primera en el país en adoptar medidas de aislamiento social, el pasado marzo.
Este fin de semana fue el primero con los centros comerciales en funcionamiento y miles de personas retomaron sus hábitos de consumo, reprimidos durante los dos últimos meses. Continúan cerrados los bares y restaurantes, pero el comercio ha vuelto a pleno.
Aún con restricciones, con el uso obligatorio de mascarillas para empleados y clientes, los centros comerciales recibieron millares de clientes este sábado, cuando las tasas que miden la permanencia de los ciudadanos en sus domicilios cayeron del promedio del 50 % que habían tenido en los últimos días a poco menos del 40 %.
Con información de EFE