Brasil registró 1.156 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas y el total de fallecidos llegó a 85.238, mientras que los contagiados en ese período fueron 55.891, para un total de 2.343.366, informó este viernes el Ministerio de Salud.

Las cifras suponen un leve descenso respecto al jueves, cuando fueron notificados 59.961 infectados y 1.311 decesos, pero también sugieren que la pandemia está lejos de estar controlada en el país, el segundo más castigado en el mundo, detrás de Estados Unidos, que sobrepasó los cuatro millones de infectados.

De acuerdo con el boletín epidemiológico, 1.592.281 personas ya se han recuperado de la COVID-19 en Brasil, lo que supone un 67,9 % del total de casos.

Asimismo, las autoridades sanitarias investigan otras 3.741 muertes sospechosas y que aún están bajo análisis.

El acelerado avance de la pandemia en Brasil, que sigue en pleno proceso de reapertura económica, preocupa sobre todo en la región sur, que vio un aumento exponencial de casos en las últimas semanas, coincidiendo con el inicio del actual invierno austral y una mayor circulación de enfermedades respiratorias.

Entre los infectados figura el gobernador del estado de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, quien anunció este viernes en sus redes sociales que testó positivo para el virus, por lo que ya son nueve los mandatarios regionales infectados.

Leite explicó que se encuentra "asintomático" e informó que canceló toda su agenda de los próximos días para iniciar el periodo de cuarentena obligatoria.

Además de los gobernadores, el propio presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se encuentra en la lista de contagiados por COVID-19, de la que todavía convalece tras recibir el primer diagnóstico positivo el pasado 7 de julio.

Desde entonces, el jefe de Estado se ha sometido a otras dos pruebas, que confirmaron que su organismo aún no ha eliminado el patógeno.

EFE