Un muro exterior del cementerio João Gabriel da Costa, situado en la localidad de Teófilo Otoni, Minas Gerais, se derrumbó el domingo pasado con impensadas consecuencias. Cuando la pared cedió, una avalancha de barro, ataúdes y restos óseos corrió ladera abajo, y uno de los féretros se introdujo en los fondos de una casa cercana a la necrópolis.
Según informa el periódico O Globo, varios cajones quedaron suspendidos en el barranco que divide los terrenos del cementerio y los de la finca lindera.
El Cuerpo de Bomberos informó que fue notificado del accidente alrededor de las 7:00. Los nueve vecinos de la casa afectada no se encontraban en el lugar al momento del derrumbe, que afectó a dos habitaciones y la estructura del resto de la vivienda.
El cementerio municipal notificó posteriormente que el lodo y el sarcófago ya habían sido retirados de la vivienda. Defensa Civil y Bomberos cerraron el acceso al área ante la posibilidad de un nuevo deslizamiento.
El accidente, causado por las copiosas lluvias caídas en los últimos días en la región, no fue el único ni el peor. En la ciudad de Antônio Días, también en Minas Gerais, un corrimiento de tierra dejó como saldo dos personas muertas y otras dos desaparecidas.
Desde Bomberos se informó que la tragedia se produjo cuando el lodo en movimiento alcanzó cuatro casas durante la noche del 24 de diciembre, momento en que las familias residentes se encontraban unidas celebrando la Navidad.
En lo que va del mes, Minas Gerais suma 13 decesos por deslaves.