Brasil hizo público el llamado para la construcción del nuevo puente que conectará las ciudades de Río Branco (Cerro Largo) y Yaguarón (Río Grande do Sul).

Así, quedó abierto el proceso de licitación para la contratación de la empresa que se va a encargar de preparar los proyectos y ejecutar las obras. La apertura de ofertas está prevista para el 16 de octubre, según anunció este jueves el Ministerio de Transporte brasileño.

Este puente binacional fue uno de los acuerdos a los que llegaron en conjunto el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el presidente de Brail, Luiz Inácio Lula da Silva.

El subsecretario de Transporte Juan José Olaizola celebró esta “buena noticia” a través de Twitter durante la jornada de este jueves.

Según consignó Cancillería, el pasado 11 de agosto Lula anunció un programa de obras que prevé varias inversiones públicas y privadas por unos US$ 348.000 millones, en el que se incluye el dragado y balizamiento de la Laguna Merín. Tres días después, los cancilleres de ambos países, Mauro Vieira (Brasil) y Francisco Bustillo (Uruguay9, junto a demás autoridades gubernamentales, declararon la binacionalidad del aeropuerto de Rivera.

Con esta categorización, la terminal verá incrementado el tránsito de pasajeros y cargas entre Uruguay y el vecino país.

Esta nueva instancia, que posibilitará la concreción del puente sobre el río Yaguarón, “da cuenta del cumplimiento de la totalidad de las obras de infraestructura de alcance binancional” acordadas por los mandatarios a comienzos de este año.

El puente

Esta obra permitirá desviar los vehículos pesados que transitan por el puente Barón de Mauá, única conexión vial entre las dos ciudades, explicó el ministro de Transporte José Luis Falero. La obra será financiada por el gobierno brasileño.

Uruguay, en tanto, se hará cargo de cubrir los costos de los accesos del margen occidental, con un aporte estimado de unos US$ 8 millones.

La obra es necesaria dado que el puente Barón de Mauá, que se utiliza actualmente, no está preparado para resistir las cargas que hoy se están transportando. Tiene una vida útil y un diseño antiguo, sostuvo el jerarca. La intención es que se transforme en un puente local para la circulación de vehículos livianos y que por el nuevo puente circule el transporte pesado, agregó.

Una vez finalizada la obra, Uruguay se ocupará de la reparación del puente ya existente, lo que demandará también unos US$ 8 millones.