Seré curioso

Seré Curioso

Brancciari: “Jamás hubiera votado a Lacalle, pero no me divierte que le vaya mal”

Mientras NTVG graba su décimo disco, su cantante dice: “No me parece que gente con la cabeza frita esté (en el gobierno de coalición), sólo por sumar votos”.

30.07.2020 10:20

Lectura: 17'

2020-07-30T10:20:00-03:00
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Por César Bianchi

Fotos: Juan Manuel López


El 25 de junio de 1994 a Emiliano Brancciari (42) le cambió la vida para siempre. Lo expresó él mismo en una carta, 20 años después. Ese día el gremio del Liceo 10 organizó un festival de bandas y teatro en la placita de Alto Perú, entre los barrios Buceo y Malvín. "Cuando nos enteramos de ese festival nos dijimos: ¿por qué no armar una banda para ese día? Y así empezó todo", recordó Emiliano en el 2014.

"No había un nombre para el grupo y una tarde yendo para el liceo con Mateo decidimos que se llamaría con un título de tres palabras que jamás dijimos al resto del mundo. Fuimos a la casa de Hugo, nuestro baterista, a hablar de lo que tocaríamos y nos preguntó cómo nos íbamos a llamar. No te va a gustar, le dijimos, debido al título que habíamos elegido un par de días antes. Sin decir nada más, Hugo preguntó, ¿No te va a gustar? ¡Está bueno! Nos miramos con Mateo y nos dimos cuenta que era infinitamente mejor y más original que el que le habíamos puesto nosotros. Así que a partir de ahí nos llamaríamos No Te Va Gustar, sin la a, porque así se pronunciaba", escribió hace seis años en su página de Facebook.

El presente encuentra a No Te Va Gustar (NTVG) -quizás la banda de rock y pop más popular del país y con más repercusión internacional- grabando su décimo disco de estudio en Montevideo.

En un alto de los ensayos y grabaciones, Brancciari, el único compositor y frontman de la banda, el porteño más montevideano, concedió una entrevista para hablar de todo: de los inicios en la música como forma de ganarse la vida, el oficio de rockero en Uruguay, su postura política, su visión sobre este gobierno, la coalición oficialista y el Frente Amplio, cómo lidiaron con el fallecimiento de un integrante del grupo (cuánto los cambió), y cómo se las ingenian para hacer cosas distintas pero sin dejar de ser ellos, la banda cuyo nombre pensado originalmente nunca se conocerá.

-¿Qué querías ser de grande cuando eras chico?

-Jugador de fútbol. Quería jugar en Boca.

-¿Qué cosas hiciste antes de dedicarte enteramente a la banda?

-Lo que pasa es que entré a los 16, estaba en cuarto de liceo... Hice el liceo todo acá.

-¿Y en qué momento puntual te diste cuenta que ibas a ser músico, pero no como hobby, sino que ibas a poder vivir de la música y de tu banda?

-La primera aventura fue después de haber sacado el primer disco, Solo de noche, que fue cuando me fui de la casa de mi madre. Tenía 23 años. Me fui con dos meses de alquiler ahorrados, y mi ilusión era poder vivir de esto, pero no tenía la certeza de que lo podría hacer. Ya habíamos empezado a tocar más seguido, habíamos empezado a tocar en el interior. Con lo poco que necesitábamos para vivir entre amigos, se llegaba. Ahí fue cuando tomé la decisión. Que me di cuenta que iba a poder vivir de la música, ya con el disco siguiente, con Este fuerte viento que sopla. Pero igual, sin saber cuánto podría llegar a durar.

-Gustavo Cerati dijo que hay muchos oficios y profesiones muy interesantes, pero el de rockstar "rankea bien arriba". ¿Cómo es ser rockstar en Uruguay?

-No es. Y más me doy cuenta cuando salimos a otros lados y vemos que sí existe esa figura y se comportan diferente a nosotros.

-Como Pomelo, de Capussotto...

-Exactamente. No existe eso acá. Somos tan pueblo chico (para bien, en ese sentido) que no veneramos a una figura porque haga buena música. Es un oficio como cualquier otro. Te puede aportar, todo lo que vos quieras, pero no se reverencia, no nos acosan por la calle. La gente acá en Uruguay es muy respetuosa, es más tímida, le tiene miedo a hacer el ridículo.

-Sos un tipo joven (en Uruguay alguien de 42 años todavía es joven), estuviste casado (ahora divorciado) y con un hijo de 10 años. ¿Cómo se conjuga la vida familiar con la de ser frontman de una banda de rock muy popular que saca un disco por año prácticamente, y sale de gira todo el tiempo?

-Bueno, se extraña mucho. Extrañar a los hijos y no estar en ciertos momentos es duro, pero cuando se logra cierta coordinación con la familia -en mi caso, con la mamá de Santino- pese a que mis días no son nada rutinarios. Ella me ayuda muchísimo con esa adaptación, y Santino creció en ese mundo. Verme partir, y verme volver y ahí estar más tiempo del que estaría si tuviera un trabajo de 9 a 19 horas. A veces está mucho tiempo conmigo, y después pasan varios días que quizás no me ve.

-Llevan nueve discos de estudio y conté seis especiales entre DVDs y recopilaciones, más un libro. ¿Cómo es la búsqueda de innovar, hacer algo distinto, pero sin perder la esencia?


"No existe la figura del rockstar acá. Somos tan pueblo chico (para bien) que no veneramos a una figura porque haga buena música. Es un oficio como cualquier otro. Te puede aportar, todo lo que vos quieras, pero no se reverencia, no te acosan por la calle"

-Siempre intentamos romper en cuanto a sonido respecto a lo que hemos hecho anteriormente, o agregar géneros, investigar. Por ejemplo, ahora -para el décimo disco de estudio- volvimos a trabajar con el productor de los últimos dos discos (Héctor Castillo) que es venezolano y vive en Nueva York, y con él mismo lo hablamos. Queremos alejarnos en cuanto a sonido del último disco en estudio y del Otras canciones, que fue un acústico. Y en esa búsqueda está la motivación. Queremos un sonido moderno, pero que sea diferente a lo que ya hicimos.

-¿A qué se aferraron como banda para superar el dolor del fallecimiento del tecladista Marcel Curuchet en 2014? Quiero decir: ¿hicieron terapia, decidieron hablar más entre ustedes para exorcizar el golpe, fueron dejando pasar el tiempo de forma natural? Porque en algún momento había que retomar la rutina y seguir grabando o girando...

-Fue personal, porque cada uno hizo el duelo como pudo. Nos tomamos un mes. Me acuerdo que en ese momento estábamos terminando de grabar El calor del pleno invierno, él ya había grabado todos los teclados, nos faltaba grabar un par de cosas y teníamos shows, además. Decidimos posponer los shows un mes, y que cada uno hiciera lo que quisiera en ese mes. Algunos nos metimos a terminar el disco, y otros se fueron a la casa. Que cada uno procesara el principio del duelo como pudiera. Después el duelo lo hicimos juntos, el duelo real fue tocando, con la gente apañándonos, y era muy loco porque de repente estábamos tocando y mirabas para el costado y había un compañero llorando, y venía otro y lo abrazaba. Y después le tocaba a otro... y así la fuimos llevando, haciendo catarsis arriba del escenario. Y creo que fue la mejor forma de hacerlo: juntos y tocando.

-¿Fue un antes y un después en la vida de No Te Va Gustar? ¿Se replantearon cosas después de esa pérdida?

-Creo que sin decirlo nos replanteamos un montón de cosas. (Nos replanteamos) cuidarnos más, no preocuparnos por cosas insignificantes... Ese disco había sido muy conflictivo, en cuanto a discusiones por tonterías, o por ideas o por cosas, que después a partir de ese disco fluyó de otra manera. Hasta el día de hoy, eh. No discutimos por absolutamente nada. Ni siquiera tenemos discusiones por cosas importantes. Como que fluye la energía de otra forma. Si algo bueno nos dejó esa piña, ese cachetazo, es que la convivencia entre nosotros fue cada vez mejor.

-Hace 10 años te entrevisté para la revista Playboy de Argentina y te dije que en el disco Por lo menos hoy, que estaban promocionando en ese momento, advertí que en varias letras decías "no entiendo", admitías no entender cosas. ¿Qué cosas te cuesta entender hoy de la vida del país?

-El odio y el maltrato en las redes que se tiene la gente. La intolerancia, el "aporteñamiento" que hemos sufrido en el último tiempo, de ir a negro o blanco y en el medio nada, y sos vos contra mí, y estás de un lado o estás del otro. El Boca-River. Me parece que eso se está acelerando cada vez más.

-¿Cuánto te interesa la política?

-La política me interesa. No me interesa la política partidaria. No creo en la camiseta. Tengo mi manera de pensar. No hubiera votado jamás a un presidente como el que tenemos, pero le deseo la mejor de las suertes. No me divierte que le vaya mal, no festejo que le vaya mal. Y no creo que los buenos estén de un lado y los malos del otro. Tenemos diferentes formas de pensar. Mi pensamiento es más de izquierda, pero no creo que todos los buenos estén de ese lado.


"Sin decirlo nos replanteamos un montón de cosas (tras la muerte de Marcel Curuchet). Cuidarnos más, no preocuparnos por cosas insignificantes... Ese disco había sido muy conflictivo, discusiones por tonterías, A partir de ese disco fluyó de otra manera. Hasta el día de hoy"

-Sos un hombre de izquierda, incluso te has comprometido en más de una causa. ¿Por qué crees que el Frente Amplio no logró su cuarto gobierno consecutivo?

-Creo que se debe un poco al achanchamiento de gobernar tantos años seguidos. Y tal vez a la soberbia. (Piensa) Y creo que igualmente esto le va a venir bien, como partido político, al Frente. Estos cachetazos los deben despertar.

-Habiendo logrado tantas cosas en 15 años, ¿cuál fue el gran pecado de la izquierda?

-Pecó de soberbia.

-Hay quienes creen que no supo comunicar bien los logros. Otros apuntan a los hechos de corrupción...

-Sí, puede ser que no haya comunicado bien. Puede que haya algo de eso, sí. Y el defender la camiseta antes que lo que está bien, antes que lo correcto. A mí no me va eso de que el partido está por encima de todo. No me va con ningún partido. Me siento de izquierda, pero no me siento frenteamplista. Yo no me siento en el mismo barco que alguna persona que no respeto.

-¿Y cómo valorás la marcha de este gobierno y el funcionamiento de la coalición gobernante?

-Creo que le tocó un baile muy difícil y no se puede medir cómo le está yendo... Se puede medir cómo está llevando la pandemia, pero no un gobierno, porque en realidad el gobierno no se está desarrollando con normalidad bajo estas circunstancias. Igualmente no avalo la coalición a cualquier precio. No me parece que gente con la cabeza frita como varios de... (piensa) de Cabildo Abierto estén, simplemente por sumar votos estén ahí. No me parece. No me parece para nada sano.

-¿Cómo los afectó la pandemia a los artistas y a NTVG en especial?

-A nosotros en particular nos cortó un par de giras, estábamos en plena gira en Argentina, y nos dio tiempo para trabajar en el nuevo disco, que era algo que teníamos que hacer igual. Al principio no nos podíamos juntar, pero faltaban componer algunas canciones, entonces a mí me vino bárbaro para disfrutar de mi hijo y componer.

Y para la música en general fue devastador. Nosotros tenemos la suerte de poder mantener cierta estructura, debido al trabajo que tenemos y a la espalda que podemos haber llegado a conseguir, y tenemos nuestro equipo técnico salvaguardado, pero sabemos perfectamente que está súper complicado para gente que trabaja y vive al día, y por supuesto va a ser lo último en habilitarse. Pienso en los actores y los músicos.

-Recientemente se emitió el Pilsen Rock por TV y redes, y recibió muchas críticas. Hubo gente que entendió que era como ver un videoclip y se había perdido la magia del concierto multitudinario. Vos los mandaste a "tomar Fanta con Pelusita" en un tuit. ¿Cómo valoraste vos la experiencia?

-Para mí estuvo buenísimo, fue un producto de súper buena calidad. Fueron shows en vivo, no hubo playback, las bandas tocaron en vivo. En nuestro caso tocamos tres veces cada canción para que hubiera más tomas de imágenes. Y dentro de las posibilidades de la gente para poder ver algo era la mejor. Y hubiera costado muchísimo hacer eso en directo. Fue un show en vivo que se emitió en diferido. Un show en vivo y en directo hubiese sido caótico e inviable, y en realidad, la mayoría de la gente quedó re copada.


"Creo que el FA perdió por el achanchamiento de gobernar tantos años seguidos. Y tal vez a la soberbia. Creo que igualmente esto le va a venir bien, como partido político. Estos cachetazos los deben despertar"

Solo algunas personas se quejaron, pero seguramente porque les gustaría vivir el concierto de otra manera. Pero sobre todo me fastidió gente que sé que trabaja en producciones televisivas y que sabe lo que significaría hacerlo en directo, saben que es inviable hacerlo del modo que los que no conocen estaban pidiendo. Entonces, esa gente que fogoneaba eso y opinaban conociendo el paño, eso me molestó.

-En esa entrevista mencionada para Playboy hablábamos de la desfutbolización de la música. Vos decías que estaría bueno que se dejara eso de que si "hinchás" por una banda, tenés que odiar a otras o a otros estilos. En otro sentido, ustedes tienen una canción que es icónica, y los vincula directamente con la selección uruguaya desde 2010 para acá, y hasta sonó en los estadios de Brasil 2014 y Rusia 2018. ¿Por qué crees que pegó tanto en el uruguayo "Cielo de un solo color"?

-Primero porque la letra habla con terminología futbolera, por más que es una canción de amor al país y no tiene nada que ver con el fútbol. Hablaba de los uruguayos que se fueron para Europa, era un momento en que Uruguay estaba "peleando el descenso". ¡Pero nos gusta hablar en la vida cotidiana con términos futbolísticos! Hablamos con terminología futbolera de todo; fue aplicar eso a una canción de amor al país. Y la fusión entre rock, murga, pop, eso lo hizo también más atractivo para todo el mundo. Y el hecho de que los jugadores se la apropiaran, eso hizo que la gente también se la apropiara.

Y en cuanto a lo que hablábamos de la desfutbolización de la música, creo que ahí estamos infinitamente mejor. Hay mucho más tolerancia y respeto entre un género y otro, y entre los amantes de un género musical y otro. Sigue existiendo algo, pero el purismo no tiene tanto peso como antes. Vos podés encontrar a una persona que va a un show a hacer pogo, y después lo ves disfrutando bailando una plena. Y eso está buenísimo.

-Una canción que presentaron para un spot publicitario y algún "visionario" la rechazó...

-¡Sí claro! Un "visionario"...

-¿Qué les dejó Otras Canciones, el disco y los conciertos en formato acústico, haciendo versiones absolutamente distintas a las conocidas y con invitados especiales? ¿En qué medida fue distinto a lo de siempre?

-Fue una experiencia totalmente nueva, el hecho de tocar en teatros, bajar los decibeles, apostar a lo estrictamente musical sin tener en cuenta la adrenalina que puede haber en los shows nuestros. Disfrutar de los silencios entre cada sonido, que la gente estuviera atenta. Fue darle nueva vida a viejos temas y a otros que no han tenido posibilidad de ser tocados en vivo porque nuestros shows eléctricos no lo permiten. Creo que fue sumamente disfrutable. Dura lo que dura, es algo que se termina en cuanto terminemos esta gira, con las reprogramaciones que tenemos. Pero es un período que vamos a recordar con mucho cariño.


"No me parece que gente con la cabeza frita como varios de Cabildo Abierto estén (en el gobierno de coalición), que simplemente por sumar votos estén ahí. No me parece. No me parece para nada sano"

-Hoy por hoy, si hay un clásico rioplatense por la Copa América, ponele, ¿por quién hinchás?

-Bueno, mirá... en un momento no me gustaba verlo, sufría un montón, pero con el tiempo, al tener ya amigos que juegan en la selección (uruguaya), creo que prefiero que gane Uruguay.

-El negocio discográfico cambió. Ya es una rareza para alguien entrar a una disquería a comprar un CD, cuando todo está en Spotify, en YouTube o se consigue pirateado. ¿Por dónde pasa el negocio? ¿Por los conciertos (que hoy no se pueden realizar)?

-Sí. El sustento hoy está en tocar en vivo. Vos tenés que tocar... y nosotros también. Tenemos un tiempo de colchón, pero tenemos que tocar para poder vivir.

-Están grabando un disco nuevo. De hecho, te estoy interrumpiendo en la rutina de grabación en el estudio. ¿Qué me podés adelantar de ese material?

-En realidad todavía no terminamos de elegir las canciones. Estamos trabajando con 20 temas. El disco va a tener de todo. Vamos a tratar de alejarnos del acústico, va a volver a ser rockero, pero también vamos a tratar de alejarnos del sonido de Suenan las alarmas, que era como re denso, vamos a tratar de que vaya por otro lado, que se diferencie de los últimos dos discos.

-Pude vichar la letra de una canción, "Venganza". Vos hiciste un paneo en un videíto corto de un ensayo, para tus redes. Yo lo pausé cuando enfocaste la letra y agrandé hasta leerla...

-Esa seguramente esté. Es una canción un poco fantasiosa, donde una mujer que fue abusada durante mucho tiempo, tiene cautivo a su abusador en un sótano y se va a vengar de a poquito. ¡Chan!


"Para la música en general fue devastadora la pandemia. El sustento hoy está en tocar en vivo. Vos tenés que tocar... y nosotros también necesitamos tocar. Tenemos un tiempo de colchón, pero tenemos que tocar para poder vivir"

-¿Cuánto te cambió la vida ser padre? ¿En qué conductas rutinarias (de tu rol de padre) advertís que ya no sos aquel joven de pelo largo que solo quería tocar la guitarra?

-Me cambió en todo sentido, desde dejar de fumar apenas nació, hasta que lo primero no soy yo. No es mi felicidad lo que está en primer plano, es la de él. Aprender a cocinarle, a estar siempre para sus necesidades, me hizo volver a jugar, a estar siempre pendiente de algo. Y a inculcarle valores, ni hablar.

-Hace 10 años te pregunté cómo te imaginabas de viejo y me dijiste: "Lleno de nietos, componiendo, produciendo algún artista joven, no necesariamente de rock". ¿Seguís pensando lo mismo? ¿Te imaginás igual?

-Sí, jaja. Sigo pensando igual. Ya estoy más cerca.

-¿Sos feliz?

-Sí, soy feliz. Soy consciente de que la felicidad son momentos y que para poder estar feliz tenés que dejar de estar triste. Una vez que entendés eso, los momentos de felicidad duran un poquito más y son más intensos.

Por César Bianchi