"The Mail on Sunday" explica que asistieron a la boda treinta invitados -el máximo permitido actualmente por la pandemia-, entre ellos el padre del novio, Stanley Johnson, y sus hermanos Leo, Jo y Rachel, sin que se sepa si estuvieron presentes los hijos mayores del primer ministro.
Sí participó en el evento Wilfred, el primogénito de Johnson, de 56 años, con Symonds, de 33, que nació el 29 de abril de 2020, poco después de que su padre se divorciara de su anterior esposa, Marina Wheeler, con quien se casó en 1993 y tuvo cuatro hijos.
Previamente, el político, al que se atribuyen varias relaciones extramatrimoniales y otros dos hijos, estuvo casado también, desde 1987, con Allegra Mostyn-Owen, a la que conoció cuando ambos eran estudiantes en la universidad inglesa de Oxford, si bien su matrimonio fue anulado.
Según el "Mail", este es el primer casamiento en 199 años de un primer ministro del Reino Unido en activo, desde que lord Robert Jenkinson se casó con Mary Chester en 1822.
La prensa explica que la pareja, que se prometió en diciembre de 2019, llevaba meses planeando la boda -de la que, al parecer, ni el entorno político de Johnson ni algunos cargos de la catedral sabían nada-, pese a que hace unos días comunicaron a sus amigos que proyectaban una gran celebración el 30 de julio de 2022.
De acuerdo con los periódicos, la novia llevaba un vestido blanco sin velo y el novio "estaba muy elegante", según testigos, mientras que ambos entraron al templo al son de música clásica.
Posteriormente, se cree que hicieron una pequeña celebración en su residencia oficial en Downing Street.
El "Mail" señala que Symonds es católica practicante, mientras que Johnson, que dejó el catolicismo de su madre cuando era joven para convertirse al anglicanismo, está bautizado como católico y ahora comulga en esta fe.
Según la prensa, aunque la Iglesia Católica no casa a divorciados, en este caso Johnson no cuenta como tal porque sus anteriores bodas no fueron en templos católicos.
El anuncio de su casamiento se produce después de una semana dura para el primer ministro, que fue acusado de "inepto" por un exasesor y criticado por el financiamiento irregular de la redecoración de su vivienda oficial, entre otras denuncias.
Distintos políticos de todos los partidos han felicitado hoy a la pareja por su unión, si bien varios diputados laboristas han dicho que la "boda de emergencia" es una buena estratagema para distraer "de toda la mala prensa" generada esta semana.
Se cree que el nuevo matrimonio podría hacer su primera aparición oficial en la próxima cumbre del G7, los días 12 y 13 de junio en Cornualles (oeste de Inglaterra).
Con información de EFE