La renuncia de Adrián Peña del Ministerio de Ambiente no causó sorpresas en el Partido Colorado. Quienes conocen a Peña entendían que el ahora exsecretario de Estado iba a tomar una determinación de ese estilo una vez que se supo que no tenía el título de licenciado en Administración de Empresas que había detentado. Su decisión tuvo raíz más en la ética que en la política, dijeron fuentes coloradas.
Unas semanas atrás los colorados se habían visto envueltos en una situación similar, tras la divulgación de una conversación entre la exvicecanciller Carolina Ache y el subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, por el caso del narcotraficante Sebastián Marset.
“Hola Caro, podemos saber qué pasó con este delincuente detenido en Dubái por documento falso. Es un narco muy peligroso y pesado. [Queremos] saber si sigue detenido o si lo liberaron, lo cual sería terrible”, decía el mensaje de WhatsApp publicado por La Diaria.
El mensaje revelaba que Ache se había enterado de la peligrosidad de Marset, pero no había advertido de la misma dentro del ministerio de modo de frenar la entrega del pasaporte. La historia ya es conocida: Ache renunció antes de que la bancada de Ciudadanos —sector al que pertenecía— se pronunciara al respecto, aunque informalmente se sabía que encaminaba a quitarle el respaldo político.
Cuando el semanario Búsqueda publicó la noticia de que Peña se había presentado como licenciado durante años sin tener título, él dijo que el año pasado sí había culminado los estudios y declinó presentar su renuncia. Ache no dejó pasar la oportunidad, y aludiendo a su propia salida del gabinete expresó en su cuenta de Twitter: “Duros con los de abajo, tibios con los de arriba”.
Duros con los de abajo, tibios con el de arriba.
— Carolina Ache Batlle (@CarolinaAche) January 26, 2023
Días después se supo que, en realidad, Peña no había concluido la licenciatura, y se concretó su renuncia a la titularidad de Ambiente. Luego la polémica continuó y llegó al abogado defensor de Ache, el exfiscal de Corte Jorge Díaz, quien reconoció a Paren todo (El Espectador) que era “muy posible” que hubiera pedido la escolaridad de Peña a la Universidad Católica para un trabajo que estaba realizando.
Lo cierto es que, más allá de estos roces entre Peña y Ache, algunos colorados ya habían tenido diferencias con el exministro de Ambiente. Según supo Montevideo Portal con fuentes del partido, una vez que Ache se fue de su cargo, algunos colorados le plantearon a Peña que debía solicitar al Poder Ejecutivo la renuncia del canciller Francisco Bustillo.
El argumento que esgrimieron fue que si Ache estaba al tanto de la situación de Marset, Bustillo también. En ese entonces, Peña respondió que no estaba dispuesto a pedirle al presidente Luis Lacalle Pou la dimisión de Bustillo, porque “era una cuestión ética” y no correspondía siendo que el canciller no forma parte del Partido Colorado.
Además, Peña sostuvo entonces que las cuestiones éticas y morales no están reguladas por ninguna legislación y son siempre personales.
Noches de hotel
La fuente acotó que quienes acudieron a Peña para pedir la salida de Bustillo son personas que estuvieron vinculadas al exsenador y excandidato colorado Pedro Bordaberry, quien a comienzos de este año planteó públicamente su postura de que el canciller debía renunciar como consecuencia del caso Marset.
Lo cierto es que Bordaberry mantenía desde hace algún tiempo una mala relación con Bustillo.
En 2012, cuando el ahora canciller fue designado embajador uruguayo en España, Bordaberry no le votó la venia en el Senado. Si bien el exsenador argumentó, en esa y en varias ocasiones, que no estaba de acuerdo con los cargos políticos, fuentes vinculadas a Bordaberry aseguraron que por aquel entonces el vínculo entre ellos ya estaba resentido.
Otro episodio que refleja su relación tirante ocurrió durante la campaña de 2014, en la que Bordaberry viajó a España junto a otros colorados. La embajada los recibió y, según pudo reconstruir Montevideo Portal, el exlegislador colorado decidió no participar de casi ninguna actividad en la que estuvo presente Bustillo.
A modo de ejemplo, una de las noches la institución uruguaya organizó una cena de la que participaron varias autoridades. Sin embargo, Bordaberry decidió quedarse en la habitación de hotel.
También en 2012, el excanciller Luis Almagro fue interpelado en el Parlamento por algunas decisiones con respecto al Mercosur. Bordaberry había solicitado a Bustillo información para esa instancia, pero en el momento este contradijo los datos divulgados por el colorado. La molestia de Bordaberry fue tal, que acusó a Bustillo de “mentir”.
Montevideo Portal se comunicó el pasado viernes con Bordaberry, quien prefirió no hablar de Peña y tampoco de Bustillo. “Pensé que me iban a preguntar la alineación [de Montevideo City Torque]. Ni Peña ni Bustillo van de titulares”, se limitó a ironizar el exintegrante del Partido Colorado.
En una columna de opinión que publicó en el diario El País el pasado 8 de enero, Bordaberry cuestionó que Ache fuera la única autoridad que se responsabilizara políticamente por el caso Marset. “Un hombre, el propio ministro de Relaciones Exteriores fue informado también de esto. La directora de Asuntos Consulares se lo comunicó por mail a su Secretaría”, apuntó en esa publicación.
“Se le achacó a la subsecretaría no informar a su superior. ¡Se la responsabilizó por no comunicar algo que el ministro y los directores ya conocían!”, agregó, y sobre el final se preguntó: “¿Quién fue el responsable y permanece en su cargo como si nada? ‘Elemental, Watson’”.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores dijeron a Montevideo Portal que no entrarán en polémica con Bordaberry, y aseguraron que tienen información que demuestra que Bustillo no se enteró de que Marset era narcotraficante antes de que se le entregara el pasaporte.