Sobre las 10:00 horas del viernes, un equipo de la Dirección General de Bomberos procedente de Montevideo logró extraer lo cuerpos de Antonio Chopitea, de 46 años, y de Hugo Ramírez, de 40.
Tal como informáramos, ambos hombres perdieron la vida luego de caer en un pozo de agua en el que trabajaban, en un establecimiento rural en las afueras de la ciudad de Mercedes.
Según informa el medio local Agesor, en la boca del pozo había una bomba de extracción de agua que funcionaba a combustible, “lo que sin dudas generó gases interiormente”.
La presencia de estos gases será evaluada en las pericias a realizarse en la escena, ya que podría haber incidido en la caída de los trabajadores. De acuerdo con lo informado anteriormente, durante la noche del jueves un equipo mercedario de Bomberos intentó el rescate.
Dos efectivos entraron al pozo con ese fin, pero debieron ser a su vez rescatados debido a que experimentaron una descompensación, algo que también podría estar asociado a la presencia de monóxido de carbono proveniente de la combustión del carburante de la bomba. Por esa razón, en la noche del jueves se suspendieron las labores de rescate.
Una vez que los profesionales lograron recuperar los cadáveres, los familiares que aguardaban en el predio fueron convocados para reconocerlos, un momento que llenó de congoja a todos los presentes.
Las actuaciones de Policía Técnica y Médico Forense serán clave para esclarecer las circunstancias del luctuoso episodio. Por ejemplo, está por determinar si los trabajadores contaban con todos los implementos de seguridad necesarios para su labor. En ese sentido, el propietario del campo dijo haber proporcionado arneses, y estos objetos se localizaron en la camioneta de Chopitea.
Desde Bomberos se informó a Montevideo Portal que los dos efectivos que se descompensaron durante las tareas en la noche del jueves, que iniciaron la búsqueda en la noche de ayer, fueron asistidos y trasladados a un centro asistencial y “actualmente evolucionan de buena forma”.