Personal de la Dirección Nacional de Bomberos acudió ayer a apagar un incendio desatado en la zona de Maroñas.
Tras extinguir el fuego, los efectivos realizaron un rastrillaje en una zona de pastizal y fue entonces cuando se produjo el macabro hallazgo: en una cuneta detrás del hipódromo había un cadáver envuelto en una sábana y en avanzado estado de putrefacción.
El trabajo de Policía Científica en el terreno permitió determinar que se trataba de los restos de un varón y que llevaba muerto varios días. Se estima que se trata de un caso de homicidio, pero el estado del cuerpo no permitió comprobarlo a primera vista, por lo que habrá que esperar el resultado de las pericias forenses.