El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, amenazó con retirar al gigante suramericano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en caso de que el organismo mantenga su actual "sesgo ideológico" en la estrategia para combatir la pandemia del COVID-19 y a ejemplo de lo que hizo su homólogo estadounidense, Donald Trump.

El líder ultraderechista hizo la amenaza en declaraciones que concedió ante un grupo de seguidores frente al Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia brasileña en Brasilia, y al ser interrogado sobre el reclamo que hizo la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por los 24,2 millones de dólares que le adeuda Brasil.

"Les adelanto aquí: Estados Unidos abandonó la OMS y nosotros estudiamos hacerlo en un futuro. O la OMS trabaja sin sesgo ideológico o vamos a retirarnos también", afirmó el mandatario brasileño sin detallar el tipo de comportamiento político o ideológico que le atribuye a la organización internacional.

Bolsonaro, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del COVID-19, al que llegó a tratar como "gripecita", se ha posicionado contra las recomendaciones de la OMS de que los países impongan cuarentenas u otras medidas de distanciamiento social para frenar el avance la pandemia.

El jefe de Estado de Brasil también ha diferido con la organización en cuanto al uso de la cloroquina, una medicina antipalúdica con la que Brasil autorizó a tratar a todos los enfermos, incluso los menos graves, pese a que no es recomendada por la OMS y a que no existe comprobación científica de su eficacia.

Tanto Bolsonaro como Trump son defensores del uso de la cloroquina para tratar a los pacientes con el nuevo coronavirus.

"No necesitamos de gente de afuera dándonos pistas sobre la salud aquí dentro", dijo el presidente de Brasil, país que es el tercero en el mundo con más muertes por COVID-19, con cerca de 34.000 víctimas, y el segundo con más casos, con al menos 614.000 contagios.

Trump anunció el retiro de Estados Unidos de la OMS el viernes de la semana pasada; acusó a la organización de no haber puesto en marcha las reformas que le recomendó su Gobierno y aseguró que los recursos con que la financiaba los distribuirá entre otras entidades de salud en el mundo.

"China tiene control total sobre la OMS a pesar de que solo aporta 40 millones de dólares al año frente a los 450 millones de dólares que paga Estados Unidos", aseguró entonces el presidente estadounidense.

De acuerdo con Bolsonaro, cuando Trump anunció que le retiraría el aporte de Estados Unidos, la OMS se retractó en todo.

El líder ultraderechista alegó igualmente que el director del organismo ni siquiera es médico.

BOLSONARO IGNORA CRÍTICA DE TRUMP

Al ser interrogado sobre el comentario crítico que Trump hizo este viernes sobre la estrategia brasileña para combatir el COVID-19, Bolsonaro prefirió abstenerse y se limitó a un saludo al presidente estadounidense, que considera su ejemplo y uno de sus principales aliados en el mundo.

Trump afirmó este viernes que Brasil está pasando por "un momento difícil" por haber seguido la estrategia de Suecia frente al coronavirus, de no confinar a la población sino de exponerla al virus para elevar el número de personas inmunizadas. "Si nosotros hubiéramos hecho eso habríamos perdido hasta 2,5 millones de vidas", dijo el presidente estadounidense.

"Es mi amigo (Trump); es mi hermano. Conversé con él esta semana. Tuvimos un conversación maravillosa. Le mando un abrazo a Trump. Brasil quiere profundizar cada vez más nuestra relación. Hago fuerza para que él sea reelegido. Trump: aquel abrazo", afirmó el mandatario brasileño.

Brasil registró el jueves un récord de 1.473 nuevas muertas por COVID-19 y, con un total de 34.021 fallecidos en 100 días de pandemia, desplazó a Italia del tercer lugar en la lista de países con más víctimas.

Con más de 614.000 contagios desde que el país registró el primer caso del nuevo coronavirus el 26 de febrero pasado, Brasil es el segundo país con más casos en el mundo después de Estados Unidos.

Las elevadas cifras de casos y muertos se producen en momentos en que varios gobiernos regionales y municipales de Brasil pusieron en marcha esta semana procesos graduales de desescalada de las medidas de paralización económica y comenzaron a flexibilizar las orientaciones de distanciamiento social.

La flexibilización es criticada por especialistas y científicos, que consideran que el país aún está lejos del pico de la curva de contagios, lo que está previsto para julio, y que en algunas regiones la infraestructura hospitalaria aún puede colapsar.

Con información de EFE