El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue objeto este martes de duras críticas, desde la izquierda hasta la derecha, tras haberse burlado de las torturas sufridas por la exmandataria Dilma Rousseff durante la última dictadura militar (1964-1985).
"Dicen que Dilma fue torturada y que le fracturaron la mandíbula. Que traigan los rayos X para ver esos huesos. Yo no soy médico, pero hasta hoy espero los rayos X", declaró Bolsonaro riendo la víspera, en una breve conversación con un pequeño grupo de seguidores, según vídeos que circulan en las redes sociales.
La declaración fue condenada de forma tajante por la propia Rousseff, que en su juventud pasó dos años en las cárceles de la dictadura y sufrió graves torturas, así como por los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, y el jefe de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, entre otras personalidades.
"Con cada manifestación como esta, Bolsonaro se revela como lo que exactamente es: un individuo que no siente ninguna empatía por los seres humanos", que "no respeta la vida y es defensor de la tortura y los torturadores", declaró Rousseff, quien gobernó entre 2011 y 2016 y fue destituida por irregularidades fiscales.
En su juventud, aunque no llegó a empuñar las armas, Rousseff militó en grupos cercanos a las guerrillas que se alzaron contra la dictadura militar que imperó entre 1964 y 1985, que Bolsonaro tiene como un modelo que, según él, "salvó al país" del "comunismo".
Lula, antecesor de Rousseff en el poder, también se solidarizó con su compañera en el Partido de los Trabajadores (PT) a través de sus redes sociales, en las cuales expresó que "Brasil pierde un poco de su humanidad cada vez que Bolsonaro abre la boca".
Según el líder progresista, Rousseff es "una mujer que tiene un coraje que Bolsonaro, un hombre sin valor, jamás conocerá".
El expresidente Cardoso, de centroderecha, también le expresó su "solidaridad" a Rousseff y dijo que "jugar con la tortura que ella o cualquier persona sufrió es inaceptable", se esté de acuerdo o no "con las ideas políticas de la víctima", tras lo cual añadió que el líder de la ultraderecha brasileña se "pasó de los límites".
En un sentido similar se manifestó el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del derechista partido Demócratas, quien este mismo martes, también en sus redes sociales, escribió "Tortura nunca más" y agregó que "Bolsonaro no tiene dimensión humana".
Según sostuvo Maia, "no es sobre izquierda, centro o derecha. Es sobre la dignidad humana. De eso se trata. Nuestra solidaridad con la expresidenta Dilma Rousseff", apuntó.
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, es un empedernido defensor de la dictadura y en el pasado se ha declarado partidario de la tortura o ha llegado a decir que uno de los "errores" del régimen militar fue "no haber matado a 30.000", como ocurrió en Argentina en la década de 1970.
Desde que está en el poder, ha sembrado polémicas por opiniones un poco más moderadas pero favorables a la dictadura, o por elogios a los regímenes que en Chile y Paraguay lideraron, respectivamente, los generales Augusto Pinochet y Alfredo Stroessner.
EFE