Seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, prófugos en Argentina tras su implicación en el ataque a la sede de los tres poderes en Brasilia en 2023, dijeron este jueves a EFE que están “tranquilos” ya que confían en que Argentina no aceptará el pedido de extradición de Brasil en su contra.
“Nosotros los brasileños que estamos acá estamos muy tranquilos”, señaló a EFE Symon Castro, de 33 años, y que al igual que otros más de 200 ciudadanos brasileños, se encuentra prófugo en Argentina tras participar de los incidentes en la capital de su país el 8 de enero de 2023.
“Acá estamos a salvo y seguros”, agregó, amparándose en la legislación que impide su extradición en tanto su solicitud de asilo continúe siendo procesada por la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare).
Castro, al igual que otros brasileños prófugos de la justicia de su país consultados por EFE, confía en obtener el estatus de refugiado que le permita radicarse definitivamente en el país, ya que actualmente posee un visado temporal que debe renovar cada tres meses.
“Nosotros estamos acá porque es un Gobierno de derecha y Milei es amigo de Bolsonaro y de su hijo, entonces creemos que Milei jamás nos dejaría volver”, respondió Castro, de 33 años, al ser consultado si temía que las autoridades argentinas accedieran al pedido de extradición enviado esta semana por el Tribunal Supremo de Brasil.
Si bien los detalles de la petición no han sido divulgados porque la causa está en secreto de sumario, sí trascendió que se pidió la extradición de 63 implicados en el ataque que se refugiaron en Argentina para evitar ser procesados o, en los casos de los que ya han sido condenados, cumplir condenas de cárcel por cargos como intento de golpe de Estado.
“Yo no soy una terrorista, yo no fui a Brasilia para dar un golpe de Estado, yo fui a expresar mi reacción política”, menciona a EFE Regina Modesto, de 55 años y también prófuga en Argentina que dice estar “tranquila porque la verdad sobre quiénes hicieron un golpe de Estado en Brasil ya va a aparecer, ya que no fue la derecha sino la izquierda”.
Al igual que Castro, deposita su confianza en el Gobierno de Milei, al que considera "una persona sensata y equilibrada políticamente que hará lo correcto".
Otros, como Daniel Bressan, le quitan peso a una eventual decisión del Gobierno argentino, que hasta el momento se ha limitado ha señalar que los pedidos de extradición recibidos están "en consideración de las áreas técnicas".
“El Gobierno de Milei no tiene nada que ver con esto”, opinó Bressán, de 27 años y que cree que la decisión será resultado de un proceso judicial sobre el que se muestra confiado: “Yo esto muy tranquilo porque la ley argentina esta de nuestro lado, mientras que en Brasil no existe más la ley”.
El 8 de enero de 2023, miles de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) invadieron y destrozaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo.
Según la investigación, su objetivo era incitar una “intervención militar” para derrocar al actual mandatario, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, que había asumido el poder solo una semana antes del asalto, y devolver al poder a Bolsonaro, quien figura como investigado en el caso por incitar a sus seguidores.
En el marco de ese episodio, el Supremo brasileño ha condenado a más de 200 acusados. La Fiscalía presentó cerca de 1.400 denuncias relacionadas con el “asalto de Brasilia” y cerró acuerdos con unos doscientos imputados de delitos menos graves.
Bolsonaro, referente de la extrema derecha latinoamericana, también es investigado por supuestamente arquitectar un golpe de Estado contra Lula tras perder las elecciones presidenciales de 2022 frente al dirigente del Partido de los Trabajadores (PT).
EFE