En su comparecencia al Parlamento el pasado lunes, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se refirió a varios temas. Entre ellos, el jerarca respondió al Senado por la utilización del sistema de espionaje El Guardián, el posible acceso del excustodio presidencial Alejandro Astesiano a esa herramienta y también sobre denuncias de maquillaje en las cifras de delitos en el departamento de Durazno.
En su relato, el ministro ejemplificó el registro de delitos en Durazno, donde se denunció que se extraviaron más de 20 vehículos.
“Entonces hay un robo generalizado. Eso generó una tensión, pero el jefe no es el que tipifica los delitos, quien lo hace es la fiscal. Si eso no alcanzaba se tenía que ir hacia el tema de que faltaban veinte vehículos. Estudiamos el tema de los vehículos que faltaban y eran veinte bicicletas”, respondió Heber, lo que provocó la hilaridad de los integrantes de la comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia.
Aunque sin nombrar a nadie en particular, el ministro también hizo referencia a versiones periodistícas que cuestionaron el registro de delitos en Durazno y detalló como funciona el Sistema de Gestión de Seguridad Pública: “Un periodista dijo que la Jefatura de Policía de Durazno maquillaba, porque lo que en primera instancia era una constancia policial, después de la intervención de la División Sistema de Información fue corregido”.
En esta línea, el ministro relató con detalle varios casos en particular de denuncias sobre bicicletas desaparecidas, que luego de ser reportadas como robadas aparecieron.
“En un caso el yerno se olvidó de avisar que se la llevaba, pero tenemos que recepcionar todas las denuncias y todo esto entra en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública, pero no se puede decir que faltan veinte vehículos. La otra bicicleta falta frente a su casa y luego avisa que había aparecido nuevamente. Otra denuncia dice que la víctima denunció que dejó una bicicleta apoyada en un árbol y cuando salió de hacer el trámite, no estaba, pero luego se acordó que dejó la bicicleta al cuidador; era un cuidacoches. Se habla de vehículos como si fueran autos. ¿Cómo puede haber veinte autos robados en Durazno? ¡Es una conmoción!”, exclamó el ministro.
También mencionó que en otra denuncia se señala que el denunciante expresó que dejó la bicicleta en una baranda y que al salir del bar no se encontraba.
“Luego la víctima manifiesta que la había encontrado en otro lugar, que luego no recordó. Otra víctima denuncia dejar la bicicleta apoyada en una casa lindera con el bar donde concurría y que al salir ya no estaba, pero que después la encontró. La víctima denuncia que no se encuentra en el fondo de la casa, pero luego la víctima encontró la bicicleta en las inmediaciones de la cooperativa de vivienda donde vive. Veinte vehículos, se dijo. Otro denunciante dejó la bicicleta en el cordón de la vereda y denuncia desconocer quiénes se la pudieron llevar. Luego se presenta la madre del denunciante con el tío del denunciante, quien manifiesta que fue él quien sacó la bicicleta del lugar sin poder avisarle a los denunciantes”, relató Heber.
El jerarca señaló que son veinte los casos de este tipo, pero se limitó a relatar algunos como ejemplo de que cuando figuran denuncias por vehículos robados no siempre se trata de automotores y que en algunos casos las denuncias son retiradas.
“Todo esto está en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública. Todos estos casos están registrados a tal punto que puedo venir acá a dar respuesta. ¡Veinte vehículos! ¿Cómo puede ser? De verdad, cuando vi eso me alarmé y llamé enseguida porque había que averiguar. Era gente que, por distintas causas o por motivos varios —digámosle así— se olvidó de la bicicleta o de la moto y después hace la denuncia, pero resulta que la había dejado en su casa, en el bar o a una cuadra. Todos los días tenemos de estos casos y son registrados primero como hurtos y después se aclara que no lo son. ¿Pero cómo entra eso? Como hurto, ese es el título. Después, cuando se hace la investigación, ¿cómo sale? Como un evento menor de un olvido, un descuido o de alguien que quiso proteger a una persona que no estaba en condiciones de manejar la bicicleta, pero son veinte bicicletas”, argumentó Heber.