El senador frenteamplista Mario Bergara se refirió este jueves en una rueda de prensa en el balneario La Paloma a las negociaciones que lleva adelante la coalición de gobierno por la votación de la reforma de la seguridad social, un proyecto que de momento mantiene un rechazo de Cabildo Abierto.

“Esta prórroga, impulsada por Cabildo Abierto, no parece ser por el contenido de la reforma. Cabildo ya votó la reforma en el Senado. Y yo creo que va a levantar sus manos para votar también la reforma en Diputados. Cabildo está haciendo un juego de política del peaje, una triste política del peaje”, dijo Bergara ante los medios.

“Ya lo hizo en el Senado. En el medio de la discusión por la reforma de la seguridad social pidieron un cuarto intermedio y metieron como urgente el proyecto de ley de reparación a víctimas de organizaciones privadas en la década de 1960 y 1970”, añadió.

Bergara dijo que esa iniciativa “claramente fue un peaje para que Cabildo votara la reforma en el Senado” y que, “ahora, todo este juego mediático, parece ser” el mismo procedimiento. “Es el chantaje, el peaje de decir quizás te vote la reforma de la seguridad social pero sacás la ley de reparación de víctimas y la ley de prisión domiciliaria para los violadores de derechos humanos. No es esa política del peaje la forma. Nos preocupa demasiado la forma”, completó.

Según informó este jueves el Semanario Búsqueda, Cabildo puso como una de las condiciones para votar el proyecto de reforma de la seguridad social que la coalición acompañe la iniciativa de prisión domiciliaria para los mayores de 65 años. Fuentes de Cabildo Abierto dijeron a Montevideo Portal que ese punto fue parte de la negociación que los cabildantes tuvieron en los últimos días en el oficialismo.

Bergara dijo también que, pese a la discusión en el oficialismo, los cambios introducidos “no terminan de dar un cambio sustancial a la tónica general del proyecto de reforma”. El economista opinó que “hay una reforma de la seguridad social necesaria, pero no cualquiera”.

“No altera el argumento central que nosotros manejamos, que es que esta es una reforma cuyo costo descansa exclusivamente en los hombros de los trabajadores, que son los únicos que donan sangre por la vía de trabajar más años. Y no se le exige un esfuerzo a ningún otro sector social. Eso hace a una reforma injusta”, afirmó.

Según Bergara, estaban dadas las condiciones para aumentar los aportes patronales del sector rural y establecer una contribución a las altas pasividades militares.