"Queremos evitar que demasiadas personas sean hospitalizadas al mismo tiempo. Lo que le pedimos a la gente no es fácil, tenemos que adaptar nuestras costumbres cotidianas. Pero no hay alternativa", dijo la titular de Sanidad en una entrevista con el diario "De Zondag".
Recordó que Bélgica no ha tomado todavía medidas tan estrictas como otros países europeos puesto que aún permite ciertos desplazamientos e incidió en que se adoptaron las primeras restricciones "rápidamente", apenas dos semanas tras la propagación del virus.
Pese a ello, el país ha registrado 586 nuevos casos en un solo día y ocho fallecimientos más, lo que eleva a 3.401 el número de contagiados y a 75 el de muertes en total, según anunció este domingo el ministerio.
Sin embargo, el número de infectados podría ser más alto puesto que estas cifras solo incluyen los casos en los que se realizaron análisis para detectar el COVID-19.
De los contagiados, 1.380 están hospitalizados, 290 en cuidados intensivos. Desde el pasado 13 de marzo 340 pacientes se han curado.
Bélgica decretó el 17 de marzo el confinamiento general de su población hasta el 5 de abril para evitar la propagación del virus, de modo que en el país solo están abiertos supermercados, bancos, gasolineras, farmacias y oficinas de correos.
Apenas unos día antes había decretado ya el cierre de restaurantes, bares, teatros, museos y todo tipo de establecimientos de ocio y eventos públicos, así como la suspensión de las clases en las escuelas.
Este viernes decidió además cerrar las fronteras del país salvo para el transporte de mercancías, el retorno de los belgas que estén en el extranjero y los trabajadores transfronterizos.
En el plano económico, el Gobierno adoptó un paquete de medidas por valor de entre 8.000 y 10.000 millones de euros centrado en la moratoria de impuestos a empresas y autónomos, el pago de subsidios para mantener los salarios de quienes interrumpan temporalmente su actividad y provisiones para gastos urgentes de carácter sanitario.
Con información de EFE