El supermercado de la familia de la esposa del futbolista Lionel Messi, Antonela Roccuzzo, situado en la ciudad de Rosario, fue tiroteado en la madrugada de este jueves.
Además de los disparos, en el lugar se encontró un mensaje dedicado al capitán de la selección argentina, elegido Mejor Jugador del Mundial de Catar 2022 y recientemente galardonado con el premio The Best: “Messi te estamos esperando. [El intendente de Rosario, Pablo] Javkin es narco, no te va a cuidar”.
Según se describió, fueron efectuados 14 disparos contra la fachada del local de la familia Roccuzzo, ubicado en la zona oeste de Rosario (Santa Fe, Argentina), ciudad natal del futbolista, poco antes de la 3 de la madrugada.
La mayoría de los disparos impactaron sobre una de las tres persianas metálicas. Se estima que los atacantes se habrían desplazado en moto.
A primera hora de este jueves, Javkin compareció ante los medios y responsabilizó del hecho a las bandas y a las fuerzas “que tienen armas y los que tienen la potestad de investigar los delitos”, que tienen que “cuidar” a los rosarinos.
“Yo dudo de todo”, dijo a la prensa el intendente, quien contó que el día anterior tuvo una reunión con la policía provincial, federal, aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura Naval y señaló que “no hay persecuciones”.
“Es muy alevoso”, dijo Javkin, porque es “fácil” para la banda generar este hecho y “hablar de la persona más famosa del mundo” y se preguntó qué noticia es “más rápidamente viralizante en el mundo que atacar el local de Messi”.
El intendente insistió que lo que se busca es “la repercusión” y pidió que se deje a la familia Roccuzzo abrir el local y trabajar.
Rosario es considerada la ciudad más castigada por la violencia en Argentina, golpeada por hechos de inseguridad por la acción de bandas de narcotraficantes.
El delantero del PSG francés celebra habitualmente las fiestas navideñas en su localidad natal, donde posee una casa dentro de un barrio privado, como hiciera también después del tercer título logrado por la selección argentina en Catar 2022, en diciembre pasado.
EFE.