La balconera que reza "Navidad con Jesús", que se ha visto en miles de hogares uruguayos, es parte de una campaña de la Iglesia Católica para reafirmar el valor cristiano de la Navidad. El propio arzobispo Daniel Sturla llevó esta balconera al papa Francisco e impulsó una movida muy exitosa en nuestro país, con la colocación de casi 30.000 de estas banderas.
Ayer, varios usuarios de Twitter publicaron fotos en las que se apreciaba esta balconera en el frente de la residencia del presidente Tabaré Vázquez, como informó El País. Esta mañana, en la conferencia de prensa de Navidad, Sturla dijo que le "gustó mucho" ver la balconera en la casa del presidente Tabaré Vázquez y su esposa.
Para la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP), sin embargo, este hecho constituye una vulneración a la laicidad. Víctor Rodríguez Otheguy, integrante de AULP, dijo a Montevideo Portal que es una vulneración "en el sentido de que la institución presidencia de la República representa al conjunto de la sociedad y es una representación estatal, a diferencia de los legisladores". "El presidente no es un ciudadano común. Actúa en nombre del Estado uruguayo, y en ese sentido lo alcanza el artículo 5 de la Constitución, que indica que el Estado no sostiene religión alguna", dijo Rodríguez.
Con respecto a que se aduce que Vázquez lo hizo en su domicilio, no en una dependencia estatal, el integrante de AULP señaló que la investidura de la presidencia "no está subordinada al concepto de propiedad". "El presidente, como tal, lo es, en cualquier lugar, sin importar si es propiedad privada o estatal. En el exterior también actúa como tal", dijo Rodríguez Otheguy, que señaló que "no deja de ser presidente por estar en una propiedad determinada", porque "no es una república independiente una casa particular, como no lo es una carpa o una habitación de hotel".
Según Rodríguez, tampoco corresponde justificarlo por el derecho de su esposa, María Auxiliadora Delgado, a profesar su religión como desee. "Convive con el representante de una institución estatal, la Presidencia de la República, no vive con un ciudadano común", dijo el vocero de AULP, que consideró que con este antecedente "si alguien quiere vulnerar las instituciones basta que use su domicilio para dejar de lado la investidura".
"El presidente también tiene inhibiciones respecto a pronunciamientos político partidarios. En su momento, renunció al Partido Socialista en virtud de discrepancias con su fuerza política, lo cual en todo caso habla bien de esa decisión, porque sus opiniones no pueden estar subordinados a mandatos político partidarios. Eso fue en el marco del veto presidencial a la despenalización del aborto, que el PS impulsaba. Más allá de cualquier pertenencia político partidaria o filiación religiosa, el presidente debe mantener siempre la equidistancia con las opciones personales, porque representa al conjunto de la sociedad", concluyó.