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José María Aznar, presidente de España entre 1996 y 2004, disertó este miércoles en el auditorio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en el marco de un evento organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).
Entrevistado por el director del diario El País, Martín Aguirre, Aznar comenzó su alocución reivindicando su defensa a la “libertad” a lo largo de toda su trayectoria política.
Sobre los desafíos actuales a nivel global, y en particular para Latinoamérica, el español dijo que el “riesgo mayor es el cambio vertiginoso y de era que está viviendo el mundo”.
“Afecta a todo. A la política, a la cultura, a las sociedades con la irrupción de las redes sociales. Esperemos que el cambio sea en el buen sentido. En esa circunstancia, lo más importante es no quedarse descolgado. El mundo tiene unas grandes tendencias en este momento con la revolución tecnológica y sus consecuencias, más la aparición de la inteligencia artificial y la fragmentación que implica la globalización”, expresó el político, que a lo largo de su disertación hizo especialmente hincapié en la competencia entre las grandes potencias, en especial con el nuevo posicionamiento de China a nivel global y el cambio geopolítico que eso implica para Estados Unidos y la Unión Europea.
En esta línea, Aznar añadió que, en “el mundo, hoy hay un déficit muy grande de pensamiento estratégico”.
“Con excepciones, Uruguay es una de ellas. Pero los líderes políticos en el mundo de hoy viven en la inmediatez. Es el mundo de la exigencia y satisfacción inmediata sin mucha necesidad de justificar, se dan por sí mismas. Hay una carencia muy grande de reflexión estratégica y de liderazgos. Si los líderes no tienen visión a mediano o largo plazo, es muy difícil pedírsela a los pueblos”, añadió.
El expresidente señaló además que el mundo está ante la “mayor crisis energética” que se haya vivido, y también cuestionó el gasto social, en particular en Europa, que es el 66% del total del mundo cuando ese continente representa el 15% aproximadamente del Producto Bruto Interno (PBI) mundial.
“Las desproporciones son extraordinarias. Todas esas cosas son cuestiones que tenemos que resolver, porque si no después vienen los problemas. La época actual es la época de la impaciencia. Todo el mundo tiene su responsabilidad, líderes y liderados. Hoy hay una impaciencia inmediata, entiendo que por varias razones. Primero por las consecuencias de la revolución tecnológica, y en segundo lugar porque lo que antes eran aspiraciones se han transformado en derechos. Uno antes podía tener una aspiración a obtener algo, ahora tiene el derecho a tenerlo. Además, se exige que ese derecho sea inmediatamente brindado. La expansión de derechos sin responsabilidades hace que la situación de los Estados sea imposible. No es posible satisfacer las reclamaciones que se producen en términos de derechos, porque no existe capacidad para hacerlo. Como consecuencia de la pandemia y de las guerras, los Estados se han fortalecido. Hay más Estados, que ocupan espacios, pero no se piensa en construir Estados eficaces que presten servicios de calidad. Cuando yo era joven, tener una casa era una aspiración, para alguien hoy es un derecho. El cambio es muy grande y las exigencias interminables hacen países imposibles. Hay que hacer países viables”, interpeló Aznar.
Enterado sobre la crisis de déficit hídrico que vive Uruguay, el expresidente español también se refirió sobre el final de su disertación a las políticas públicas que cree se deben llevar adelante en lo que tiene que ver con el agua.
En este sentido, recordó que el mundo está viviendo la “crisis energética más importante de su historia” y que hay que tener en cuenta que el recurso del agua es finito.
“Las fuentes de energía de los países no son inagotables. La energía hidráulica es muy importante, particularmente en Uruguay y también en España. Pero no es inagotable”, advirtió.
Aznar rememoró su experiencia como presidente de España y su intento de impulsar un plan nacional de agua para abastecer zonas agrícolas.
“Un país se hace, se hace bien, se hace sólido, cuando las cosas que tiene el país se comparten. Y el agua hay que compartirla. Cuando hay y cuando no hay. Quise hacer en España un plan hidrológico nacional y lo llevé adelante con Portugal, poque los principales ríos de España desembocan en Portugal. Se llegó a un acuerdo y se reguló en 1997. El plan consistía en conectar todas las fuentes hidrológicas del país para abastecer de agua a la zona con agricultura más productiva. Las obras habían empezado, pero cuando llega el gobierno siguiente al mío se paralizan. España hoy no tiene plan hidrológico nacional. Y un país no puede estar sin un plan nacional de agua”, finalizó Aznar, en referencia también a la coyuntura actual de Uruguay.
Al evento, entre otras figuras, concurrieron el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera, la senadora Graciela Bianchi y el exministro de economía Ignacio de Posadas.
En lo previo, también expuso el economista español Daniel Lacalle, quien fue entrevistado por el presidente del CED, y el exjerarca del Ministerio de Economía, Hernán Bonilla.
?? “Mi confianza en las democracias radica en la fuerza de la libertad” ???? expresa el expresidente Aznar en el coloquio “Libertad, políticas y desarrollo” pic.twitter.com/fODDACqRNN
— CED Uruguay (@ced_uy) June 28, 2023
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