El avión Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines que tuvo problemas en pleno vuelo carecía de cuatro tornillos, según un informe preliminar publicado el martes por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).

Según dicho informe, a la aeronave le faltaban cuatro tornillos justo en el panel que se desprendió el 5 de enero mientras volaba con 117 personas a bordo a una altitud de aproximadamente 4.876 metros, lo que hizo que tuviera que aterrizar poco después de haber despegado en Portland (Oregón).

El panel, donde normalmente se ubican las salidas de emergencia, no tenía instalados cuatro tornillos porque aparentemente no habían sido reemplazados en la fábrica de Boeing en Renton, estado de Washington, concluyó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, una agencia federal encargada de investigar accidentes en el transporte.

El informe no detalla quién quitó los tornillos y qué parte de la empresa era responsable de reemplazarlos.

NTSB issues the preliminary report for its ongoing investigation of the Jan. 5 Alaska Airlines flight 1282 door plug accident. The report is on the NTSB investigation web page: https://t.co/nK5xY7ly9D pic.twitter.com/DiBlVlHV43

— NTSB Newsroom (@NTSB_Newsroom) February 6, 2024

Como evidencia la situación en la que estaba el panel, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte proporcionó una fotografía del mismo en la que se observa la ausencia de tres de los cuatro tornillos. La zona donde debería estar el cuarto aparece cubierta.

Debido al incidente con el avión de Alaska Airlines, la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) ordenó la inmovilización de todos los Boeing 737.

La FAA ya se había comprometido hace cinco años a aumentar la supervisión sobre dicho fabricante de aviones, tras dos accidentes mortales en los que se vieron involucrados también aviones Boeing Max.

En este contexto, el fabricante aeronáutico estadounidense acumula cinco años con pérdidas, primero debido a la crisis de los 737 Max y luego por la crisis económica derivada de la pandemia, a lo que se sumó recientemente el susto del 737 Max 9.

EFE.