Fernando Sabag Montiel, el hombre que el pasado 1º de setiembre intentó asesinar a la vicepresidenta argentina, aseguró desde la cárcel que el día del atentado fallido apretó el gatillo y la bala no salió. “No me arrepiento”, reafirmó.
“Tiré del gatillo y no salió [...], no me arrepiento. La quise matar por la situación del país”, expresó.
“Yo lo hice por motus propio [sic], ¿entendés? Están inventado una historia. Actué solo con respecto al atentado. Y tengo las pruebas acá, Brenda Uliarte no tiene nada que ver”, aseguró Sabag Montiel en una entrevista con el canal C5N, según recoge el periódico Perfil.
"Sabag Montiel":
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Porque habló sobre su intento de asesinar a Cristina Kirchner pic.twitter.com/xV753A55c4
“Estaba cargada, tiré del gatillo y el tiro no salió. Tenía cinco balas el arma. Después me plantaron balas en mi casa. Pusieron droga diciendo que yo era un drogadicto. Están defenestrando, inflando una imagen que yo no soy todo lo que dicen”, aseguró el presidiario, quien achacó a su propio nerviosismo el fracaso en el magnicidio.
“Imaginate los nervios de estar en un lugar, de tirar la corredera, tiré el pestillo para atrás y cuando tiré el gatillo no salió el tiro. Porque entre tanto tumulto, tanta gente, estaba nervioso”, manifestó.
Además, le consultaron si conocía al fiscal Diego Luciani, a quien le mandó una carta. “Lo conocía de la tele de antes. Es obvio que Luciani tenía bronca. Es él el que tiene las causas que tiene problemas con Cristina”.
La misiva de Sabag dirigida al fiscal se conoció en las últimas horas, y en ella asegura ser víctima de un secuestro institucional.
“Me tienen secuestrado, no puedo salir por decisión de la vicepresidenta y de la jueza María Eugenia Capuchetti”, dice la carta.
La magistrada de la causa por el atentado contra la vicepresidenta solicitó que el caso sea elevado a juicio.
Ante esto, el fiscal de la causa Carlos Rívolo se opuso, ya que sostiene que hay pruebas pendientes de revisión, por lo que su decisión sería apresurada.
La intención de Capuchetti va en la misma sintonía que la Cámara Federal, que considera pertinente que sea elevada lo antes posible debido a las diferencias que hay entre la magistrada y el fiscal.
Una de las pruebas que destaca Rívolo tiene que ver con el análisis del teléfono celular de Sabag Montiel.