Auto en llamas circuló en Jardines del Hipódromo, investigan posible relación con balacera

Los vecinos de Jardines del Hipódromo vivieron una jornada de miércoles signada por la violencia y que dejó imágenes atípicas.

Tal como informáramos, en la mañana delincuentes dispararon contra una camioneta en la que viajaban un padre y su hijo. El hombre llevaba al menor a la UTU cuando su vehículo fue objeto de “siete disparos en ráfaga”.

El ataque ocurrió frente a la escuela 330, junto al local de UTU al que asiste el menor y a pocos metros de la Policlínica Maroñas. Padre e hijo abandonaron el vehículo y se refugiaron en una finca del lugar, mientras los agresores huían en el auto desde el que habían efectuado los disparos.

Poco más tarde, en las inmediaciones de Camino Corrales y Fonseca, a unas diez cuadras del lugar del ataque, se produjo un hecho singular. Un auto en llamas y sin conductor derivó por la calle hasta estrellarse con el muro de una casa, donde fue apagado por personal de Bomberos. Según consigna Noticias Montevideo, podría tratarse del vehículo usado por los autores del disparo.

Un susto y una llamada misteriosa

El tiroteo fue visto y oído por alumnos de la UTU, ya que se produjo minutos después de la hora de entrada.

“Algunos habían llegado tarde y habían visto lo que había pasado”, dijo una alumna en declaraciones Subrayado, quien contó asimismo que desde su salón oyó las detonaciones.

“Padres asustados, nerviosos por sus hijos. Nosotros también estamos nerviosos porque es la primera vez que pasa acá”, contó otro joven.

El director general de UTU, Juan Pereyra, sostuvo que “es un hecho lamentable”, pero que “UTU no tiene nada que ver porque fue afuera de la institución”.

También evaluaron las medidas de seguridad del centro y afirmó que “está muy bien”, con cerco, y “no tienen ningún tipo de problema”.

De todos modos, aclaró que trabajaron con el alumno. “La persona baleada era su papá; él lo había traído, lo dejó ahí. Se trabajó con él y mañana va a ir un equipo multidisciplinario a trabajar con la comunidad para bajar un poco las sensaciones que tienen de inseguridad, pero es un tema que no es problema de UTU en sí”, agregó en declaraciones al citado medio.

El jerarca refirió que esa misma mañana una mujer llamó al centro educativo, dijo ser tía del alumno y anunció que iría a buscarlo.

“Una adscripta, trabajando en base al protocolo, comenzó a llamar a la mamá para ver qué hacía con el chico, y no se había podido comunicar. En eso entró una llamada de una señora diciendo que era la tía del chico. Pero por supuesto son profesionales que saben lo que deben hacer y lograron comunicarse con la madre, la madre informó que [el alumno] no tenía ninguna tía y que era ella que lo iba a ir a buscar”, relató Pereyra.