El fiscal de Homicidios Carlos Negro informó a través de su cuenta de Twitter un fragmento de la Rendición de Cuentas presentada por el gobierno a fines de la semana pasada e hizo referencia a un inciso que tiene que ver con la Justicia.
En concreto, el fiscal se detuvo en el artículo 145 del proyecto anteriormente mencionado, que establece una pena mínima de seis años de penitenciaría para los delitos de homicidio. El magistrado explicó que, más allá del “reiterado e ineficaz recurso de aumentar penas para solucionar problemas de seguridad pública, una de las consecuencias “más terribles” sería la “imposibilidad de celebrar procesos abreviados”.
“Los homicidios son de los delitos dónde por más resistencia a declarar sienten los testigos. Hacerlos transitar el juicio -cuando se logran penas muy razonables en abreviados- se traduce en ausencia de prueba”, señaló en su cuenta de Twitter.
“¿Quién gana al final del día?”, se preguntó el fiscal, quien contestó que será la amenaza, la violencia y la impunidad porque los niveles de condena —considera que actualmente ya son bajos— “caerán inexorablemente” y la cantidad de crímenes violentos seguirán sin darse cuenta de cambios puramente normativos.
“Pero además ¿cuál sería la ventaja q justificaría tales importantes riesgos? Ninguna”, afirmó, y agregó que es sabido que quien se propone cometer un delito no piensa en el castigo, sino en ser o no atrapado.
“En esa ecuación, tendrá mayores posibilidades de no serlo, y por ende de mayores estímulos”, concluyó.