El ataque yihadista de este sábado en las cercanías de la torre Eiffel supuestamente a manos de un joven francés exconvicto y que se declaró miembro del grupo terrorista Estado Islámico (EI) inquieta a las autoridades francesas a menos de ocho meses de que comiencen en París los Juegos Olímpicos de 2024.
La puñalada mortal propiciada por el presunto atacante Armand Rajabpour-Miyandoab que acabó con la vida de un enfermero de 23 años de nacionalidad germano-filipina e hirió a otras dos personas con un martillo, ya dadas de alta, se produjo en las inmediaciones del puente de acero sobre el Sena de Bir-Hakeim, considerado monumento histórico.
Esta pasarela, por la que pasa también la línea 6 de metro, delimita con el perímetro de seguridad puesto en marcha para los Juegos, que se inauguran el 26 de julio de 2024 precisamente con una ceremonia en pleno río Sena considerada de alto riesgo.
El área protegida, que estará blindada por varios miles de policías y gendarmes diariamente, abarca los lugares de competición de los Juegos del considerado París central.
El perímetro incluye el Campo de Marte (Voley playa), los Inválidos (tiro con arco), Trocadéro (ciclismo en ruta), el Grand Palais (esgrima), el puente Alexandre III (triatlón) y la Concordia (skateboard, break dance, baloncesto a 3).
El ataque del sábado, producido en las proximidades de estos lugares, ha suscitado las primeras dudas e inquietudes por parte de las autoridades.
Mientras el Gobierno francés se reunió esta misma tarde de urgencia para tratar de cuestiones de seguridad -un encuentro del que no trascendió información-, Frédéric Péchenard, el vicepresidente de la región parisina Ile de France, dijo al canal Franceinfo que permanecen “una serie de riesgos” y exhortó a las autoridades a “tener un plan B”.
Péchenard, miembro del partido Los Republicanos, opositor al del presidente francés, Emmanuel Macron, aseveró que el riesgo de atentado ya estaba latente incluso antes del ataque de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre.
Referencias a Palestina
En una conferencia de prensa celebrada este domingo, el fiscal antiterrorista de Francia, Jean-François Ricard, confirmó que Rajabpour-Miyandoab dejó un vídeo en el que reivindicó su pertenencia al Estado Islámico (EI) y desveló las referencias que hizo a Gaza y Palestina.
“En lengua árabe, se presenta como un combatiente del Estado Islámico (...) de una filial que actúa desde Afganistán. En el vídeo, reivindica su pertenencia al EI, da su apoyo a los yihadistas que actúan en África, en Irak, en Siria, en Pakistán y en Yemen”, refirió el fiscal.
Este contenido fue colgado en una cuenta en la red social X (antigua Twitter) abierta a mediados de octubre, cuando también colocó publicaciones sobre Hamás y Palestina.
El fiscal confirmó que el sospechoso, nacido hace 26 años en la acomodada ciudad de las afueras de París de Neuilly-sur-Seine, también tuvo en el pasado contacto a través de las redes sociales con el asesino en 2020 del profesor Samuel Paty, el checheno Abdoullakh Anzorov (18 años), quien fue abatido por la policía tras decapitar al docente.
Rajabpour-Miyandoab, que había cumplido cuatro años de prisión por un proyecto de atentado de 2016 en el barrio de negocios de La Défense (oeste de París), se había también beneficiado de “un seguimiento médico” hasta abril de 2023 debido a sus problemas mentales, agregó Ricard.
A partir de entonces, pasó a ser vigilado por los servicios secretos franceses por su perfil integrista islámico.
Ricard detalló que la madre del sospechoso había avisado su preocupación por la actitud de su hijo, a quien notaba “cerrado en sí mismo”.
El fiscal confirmó que están bajo custodia policial Rajabpour-Miyandoab y otras tres personas del entorno del atacante. Según Le Parisien, se tratan de sus padres y su hermana.
Desde 2012, los atentados yihadistas en Francia han causado la muerte de 273 personas, y 1.200 heridos, sobre todo en 2015 y 2016, cuando se trataron de ataques de mayor escala y organizados en grupo, no por perfiles que se asemejan a “lobos solitarios”.
Antonio Torres del Cerro / EFE