Los intensos bombardeos israelíes efectuados el lunes en Líbano causaron 558 muertos, entre ellos 50 niños y 94 mujeres, anunció el ministro de Salud, Firas Abiad, en una rueda de prensa este martes.

“La gran mayoría, si no todos, eran personas no armadas que se encontraban en sus casas”, añadió el ministro al ofrecer este nuevo balance.

Es el balance más alto en una jornada desde la guerra de 34 días que Israel y el movimiento proiraní Hezbolá libraron en 2006.

El balance anterior de los bombardeos del lunes, que según Israel apuntaban a cientos de objetivos de Hezbolá, era de 492 muertos.

No está claro cuántas de las víctimas eran civiles o militantes de Hezbolá, pero muchos de los lugares descritos por Israel como objetivos de Hezbolá son también barrios residenciales y pueblos.

Este martes, Hezbolá dijo haber disparado múltiples andanadas de cohetes contra el norte de Israel, dirigidas contra la base aérea de Ramat David, el aeródromo de Meggido y la base de Amos, todas ellas situadas en las proximidades de la ciudad de Afula, en el norte de Israel, según consignó la CNN.