El exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano, se refirió a las acusaciones que enfrenta en el marco de la investigación judicial en su contra y consideró que lo “indignan las cosas que están diciendo por ahí”.
“No soy el monstruo que crearon”, agregó el excustodio imputado por suposición de estado civil, asociación para delinquir y tráfico de influencias, delitos por lo que deberá estar en prisión preventiva hasta marzo de 2023.
En entrevista telefónica con El País desde la cárcel de Punta de Rieles, negó haber tenido un vínculo cercano con el escribano Álvaro Fernández y el gestor ruso Alexey Slivaev, ambos también imputados por la misma investigación.
Ante la consulta de si habían falsificado decenas, cientos o miles de partidas de nacimiento para ciudadanos rusos, el excustodio respondió: “No sé si esa cantidad. No sé si hay más gente involucrada. Nunca hice un trámite para esta gente (Fernández y Slivaev). Pude haber dicho ‘dejame ver, dejame hablar’. Maldita la hora que le di mi teléfono a él (el escribano). Con Alexey yo no tenía trato. El que me llamaba era el escribano”.
Sobre los dichos de algunos legisladores del Partido Nacional, quienes aseguraron que Astesiano quebró la confianza del presidente, el excustodio comentó que se enteró de que “hay personas que están diciendo eso”.
“Ahora no me conocen, cuando he trabajado con ellos en elecciones. Gente que dice que le mordí la mano al presidente. Yo no le mordí la mano. Creo que muchas personas hablaron antes de esperar el fin de la investigación fiscal”, añadió.
Otro de los temas de los que habló Astesiano, a raíz de los chats que se desprenden de su celular y a los que accedió La diaria, fue el uso del sistema de espionaje El Guardián.
“No es así. No tengo contraseñas. Yo decía cualquier cosa para que no me jodieran más. Eso es humo. Pero siguen insistiendo con esto y con lo otro. Estoy dispuesto a que me llamen en una comisión investigadora (del Parlamento). No tengo problemas de hablar con ningún sector”, afirmó Astesiano.
Sobre las reuniones que mantenía en su oficina del cuarto piso de la Torre Ejecutiva, el excustodio dijo que se juntó “con unos empresarios a comprar un frigorífico en forma legal”.
“Esa gente venía a invertir al país. Mi negocio sería la seguridad del frigorífico. Nada más. Así lo declaré con mi abogado, Marcos Prieto, ante la fiscal. Quedó registrado en carpeta fiscal”, agregó.
Astesiano reconoció que en una reunión en la que “un hombre quería traer ómnibus eléctricos” participaron Fernández y Slivaev. “Después hubo [otra reunión] con un empresario y ellos. El empresario quería importar petroleros al país”, indicó.