El 4 de febrero de 2022, el presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, chocó alcoholizado en la zona de Punta Carretas. Por este motivo, un Juzgado de Faltas le impuso la realización de tareas comunitarias durante algunos meses.
El accidente de Abdala impulsó al por entonces jefe de la seguridad presidencial Alejandro Astesiano —hoy condenado en prisión— a iniciar una investigación de inteligencia que tenía como objetivo corroborar si Abdala había estado en una boca de drogas el día en el que se accidentó.
El 5 de febrero de 2022, Astesiano le envió un video y un archivo al subdirector ejecutivo de la Policía durante ese tiempo, Jorge Berriel. Una de las tomas, extraídas de las cámaras del Ministerio del Interior, mostraba a Abdala a las 6:00 horas.
“En rojo y tomando”, le dijo Astesiano a Berriel, según información que publicó La Diaria este jueves. “Te voy a pasar unas fotos, tiene pinta de boca”, agregó el excustodio, y envió unas fotografías de un autoservicio en Ciudad Vieja.
“Para mí que ahí compra cerveza, viste que le da al acompañante; sube una bolsita blanca por el lado del acompañante”, le envió Astesiano a Berriel. Unos días después, el 10 de febrero, Astesiano le escribió por el mismo tema al subdirector general de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, Óscar Sosa.
“¿Cuándo piensa que puede tener una reunión conmigo en Suárez? Tema hablado con el presidente”, le dijo Astesiano a Sosa, quien le aclaró que estaba cursando covid-19, por lo que no podría asistir en ese momento.
El encuentro se terminó concretando con un oficial que Sosa envió en representación de él, precisamente en Suárez Chico, en la oficina de Daniel Fernández, que fue designado como intendente de la residencia presidencial luego de ser el chofer de Lacalle en la última campaña.
El 16 de febrero, el comisario de la Brigada Antidrogas de Montevideo, Rafael Alen, se comunicó con Astesiano para avisarle que estaba al tanto del pedido. “Ya realicé las actuaciones y me pongo a su disposición”, envió Alen.
“¿Qué tal, comisario? Un gusto. Justo en este momento estoy con el presidente [Luis Lacalle Pou]. Si tiene novedad de eso y no es molestia, nos interesaría saber. No queremos que lo tomen por el lado político, solo saber si ahí es una venta de droga”, respondió el excustodio.
“Con la salvedad del caso, porque es un comercio, pero según el perfil de las personas que concurren se puede identificar la venta de sustancias estupefacientes, como también la clase de esta. Si son consumidores van a estar mal entrazados. Si es cocaína van a tener una presencia distinta. Sin lugar a dudas, vamos a realizar las tareas de investigación atinentes a una boca de venta de estupefacientes, sin ningún tipo de excepcionalidad”, respondió el jerarca policial.
Unos minutos después, Astesiano le reenvió el mensaje de Alen a Lacalle, quien un minuto después de recibir la comunicación, respondió: “Perfecto”. De hecho, el excustodio hizo una captura de pantalla de la conversación con el mandatario y se la mandó al comisario.
Finalmente, el 15 de marzo, Alen le avisó a Astesiano que la investigación había arrojado un resultado negativo en relación a la hipótesis que se había planteado inicialmente el excustodio.
“Buenas tardes. Disculpe la molestia. Las vigilancias de video y personales no nos dieron positivo a la existencia de una boca en el mencionado lugar”, le mandó el jerarca a Astesiano, quien respondió que ya estaba al tanto porque otros jerarcas se habían comunicado con él.
Por este caso, funcionarios de Narcóticos declararon ante la fiscal Sabrina Flores, quien tomó las riendas del caso luego de que la exfiscal Gabriela Fossati dejara la Fiscalía y se dedicara a la política partidaria.