La Alianza ENT (Enfermedades No Transmisibles) Uruguay, junto a otras organizaciones vinculadas a la salud, emitieron un comunicado este sábado en el que expresaron que la modificación en el empaquetado de cigarrillos implica “un claro retroceso en la protección de la salud de las personas, respecto de un producto que enferma y mata, en cualquier de sus formatos o ’calidades”.
El documento fue firmador por: Asociación de Transplantados del Uruguay, Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionales, el Sindicato Médico del Uruguay, Asociación Celíaca del Uruguay, CIET Uruguay, Consumidores y Usuarios Asociados, Fundación Diabetes Uruguay, Sociedad de Diabetología y Nutrición del Uruguay, Sociedad Uruguaya de Endrocinología y Metabolismo (SUEM), Sociedad Uruguaya de Toxicología y Sociedad Uruguaya de Tabacología.
La Alianza ENT recordó en el comunicado el Convenio Marco para el Control del Tabaco, un tratado internacional de salud al que Uruguay suscribió en 2004 que señala: “Existe un conflicto fundamental e irreconciliable entre los intereses de la industria tabacalera y los intereses de las políticas de salud pública”.
“Las políticas implementadas desde entonces, entre ellas el empaquetado neutro de los productos de tabaco, han sido exitosas y efectivas disminuyendo la cantidad de consumidores (prevalencia de consumo) de 32% en el año 2001 al 19% en el año 2019, y también reconocidas en diversos ámbitos académicos, científicos y políticos a nivel nacional e internacional”, apunta el documento.
En esta línea, expresaron “preocupación y rechazo” por las medidas adoptadas por el Poder Ejecutivo “que desarticulan las políticas de control de tabaco.
“Se deja sin efecto el empaquetado neutro, pero además no se respeta el laudo del juicio que Uruguay ganó contra Philip Morris, al ser posible tener más de una presentación por marca. Combatir el contrabando es la razón que se esgrime para implementar, lo que, a nuestro juicio, es un claro retroceso en la protección de la salud de las personas. En ninguna circunstancia es razonable desarticular una política de salud pública para combatir el contrabando”, afirman.
Finalmente, expresaron que controlar el contrabando “depende de fortalecer el cuerpo inspectivo, que desde 2020 ha sido debilitado”.
“Las autoridades gubernamentales expresan que los cambios realizados responden a solicitudes de la industria tabacalera, por lo que nos preguntamos: ¿La preocupación de nuestro gobierno es el incremento de las ventas de la industria, lo que implica más consumidores, o continuar bajando la cantidad de consumidores como se hizo hasta el momento? ¿La preocupación de nuestro gobierno es el incremento de las ventas de la industria tabacalera, lo que implica más consumidores, y por lo tanto, más muertes y enfermedades debidas al tabaco o continuar disminuyendo la cantidad de consumidores?”, cuestionaron las organizaciones.