La Policía uruguaya capturó este viernes a uno de los líderes de la barra brava de Nacional, Alan Daniel Lorenzo Rodríguez, por estar vinculado con el intento de segundo “robo del siglo” en Argentina.
Según informan medios argentinos, con fuentes de la Policía Federal Argentina (PFA), se hallaron las huellas del uruguayo en el galpón que la banda que planeaba el robo utilizaba como base. Se trata de un ex taller mecánico desde donde cavaron el túnel que llegó a pocos metros de la bóveda del Banco Macro en San Isidro.
El segundo detenido en la causa, un argentino de nombre Alejandro Rosendo López, fue designado como el “lanchero”, es decir, quien se encargaba de cruzar a los miembros de la banda criminal entre ambos países.
“Detrás del plan criminal hay una banda bien estructurada, cuyos integrantes tenían roles definidos”, dijo a La Nación una fuente de la causa.
De acuerdo con dicho medio, el uruguayo que ahora se encuentra detenido “tendría un rol importante en la estructura de la organización criminal”. A su vez, según Infobae, desde la PFA se publicó ayer jueves una notificación internacional de Interpol para la captura de Rodríguez, por lo que el uruguayo fue detenido por personal de Policía y de Interpol Uruguay.
La causa ya tiene una calificación definida: tentativa de robo en poblado y en banda, con una pena máxima de 10 años de prisión (en Argentina).
El caso
La investigación se inició en la mañana del pasado 7 de agosto, cuando un conductor que estaba estacionado escuchó un ruido en el chasis de su vehículo y comprobó que se debía a una varilla metálica que emergía entre los adoquines de la calle.
La Fiscalía ordenó entonces la excavación que dio con el túnel, y ubicó el inicio de este en un galpón a unos 200 metros del banco, donde se encontraron una gran cantidad de tierra removida y máquinas de extracción.
Según consignó en su momento Clarín, con base en fuentes del municipio, el túnel contaba con vigas, iluminación y tubos de ventilación; todo se hizo de “manera profesional”.
La estrategia del caso fue similar a uno de los más icónicos del país vecino, conocido como “el robo del siglo”.