El hecho ocurrió en un establecimiento gastronómico en Nuevo León, México, y el registro de las cámaras de vigilancia se hizo viral en redes sociales.
Tal como se aprecia en las imágenes, el "hombre de las alitas" (tal como lo bautizaron los internautas mexicanos) contrasta por su imperturbabilidad en medio de una escena de violencia.
Mientras se desarrolla un asalto a mano armada, el sujeto no modifica su postura ni deja de comer su ración, ni siquiera cuando a el mismo le toca ser víctima de los malhechores.
Sin siquiera girarse, el comensal entrega su teléfono celular con una mano, mientras con la otra sigue devorando alas de pollo.
El episodio se volvió tema de comentarios en Twitter. Y si bien algunos criticaron la frialdad y hasta aparente desdén del joven respecto a lo que ocurría a su alrededor, otros valoraron positivamente esa misma serenidad.
En cualquier caso, hubo relativo consenso en que no valía la pena arriesgarse a recibir u disparo sólo para conservar un teléfono.