Un guía turístico fue detenido este jueves en la localidad brasileña de Maragogi, en la costa norte del estado Alagoas.

El arresto fue llevado a cabo por efectivos de la Comisaría de Protección al Turista (DPTUR). Según consigna el portal noticioso brasileño G1, el sujeto trabajaba como guía de buceo y fue filmado masturbándose mientras acompañaba a una turista durante una inmersión.

El crimen fue filmado con una cámara sumergible, cuyo registro no se divulgó para no exponer a la víctima.

La filmación, efectuada por un amigo de la denunciante, muestra al guía conduciendo a la mujer por el agua. Con una mano le sostiene el tubo de oxígeno y con la otra se baja el short hasta la mitad y procede a masturbarse. Todo esto ocurrió mientras nadaban, y la mujer solo lo notó al ver el video.

El desagradable episodio ocurrió hace siete años, pero recién ahora la Justicia emitió la orden de arresto y divulgó la información de la cámara. El hombre afronta cargos por un acto lascivo y gesto obsceno.

En diálogo con el citado medio, la víctima contó que es de Río de Janeiro y trabaja como aeromoza. Durante sus vacaciones viajó por cuatro días a Maragogí con un amigo. Ambos se alojaron en un hotel y, entre otras actividades, contrataron una experiencia de buceo en las piscinas naturales del lugar.

“Un amigo y yo estábamos haciendo este viaje. Fue nuestra elección incluir el buceo. Recuerdo que nos dijeron que la profundidad alcanzaba los siete metros, de ahí el uso del equipo. Siempre quise bucear, pero no tenía experiencia”, dijo la mujer.

Como ni la mujer ni su amigo tenían experiencia, cada uno de ellos se sumergió con su propio guía, permanecieron en grupo por un tiempo y luego se separaron. La grabación de las imágenes fue realizada por el amigo, quien al filmar no tenía idea de que captaría una situación delictiva.

“Él bajó con una cámara GoPro y estaba filmando la inmersión. Cuando nos separamos, rápidamente giró la cámara hacia mí, para grabar mi inmersión y guardarla como recuerdo. Fue en ese momento que notó un movimiento extraño. Pero como estábamos muy preocupados por el cilindro, la mascarilla y respirar correctamente, no nos dimos cuenta de lo que realmente estaba pasando”, relató la mujer.

La víctima dijo que el modelo de cámara no permitía transferir las imágenes al celular. Solo cuando descargaron el video en una computadora se dieron cuenta de lo sucedido. “Él [el guía] me estaba llevando cerca del coral, parecía que íbamos a chocar contra las rocas y creo que estaba tan concentrado en lo que estaba haciendo que perdió el foco en la inmersión”, contó

Por el caso se abrieron dos juicios: uno en el ámbito civil, por daño moral, y otro en el ámbito penal, por acoso sexual. La denunciante ganó ambos, pero la decisión todavía puede ser apelada.