Seis días antes de que el edificio Champlain Towers South colapsara en Surfside, Miami, la Armada estadounidense detonó en el Océano Atlántico una carga de 18.143 kilos de explosivos a 402 kilómetros de la ciudad, como parte de una prueba de choque para probar la resistencia del portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN 78). Según informó el portal norteamericano Insider, la explosión registro un valor de 3.9 en la escala de Richter, parámetro que se usa para medir la actividad sísmica.
Luego del derrumbe del edificio, surgieron dudas sobre el papel que pudo haber jugado la explosión en el colapso, ante lo que el Pentágono y expertos militares salieron a decir que la prueba militar del 18 de junio no pudo haber tenido que ver.
Ever wonder what a 40,000 pound explosive looks like from the bridge wing of a @USNavy aircraft carrier?
— USS Gerald R. Ford (CVN 78) (@Warship_78) June 20, 2021
Watch footage from #USSGeraldRFord's first explosive event of Full Ship Shock Trials and find out! ??#ThisIsFordClass #WeAreNavalAviation #Warship78 pic.twitter.com/2kbeEkF0g1
“No he visto nada que correlacione la prueba de choque con el terrible evento de hoy en el sur de Florida” afirmó el jueves pasado el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, quien agregó: "Ciertamente, nuestros pensamientos y oraciones están con todos los afectados por eso".
Kirby afirmó que es necesario hacer este tipo de tests para todos los barcos principales de la Armada, como los portaaviones ya que es “una oportunidad importante para evaluar la integridad estructural del casco y su capacidad para manejar una explosión de ese tamaño".
A su vez, dijo que en la elección del lugar juegan muchos factores para asegurarse de que es “tan seguro como pueda ser posible”.
El vocero de la Armada, el capitán Clay Doss, dijo que “no hay indicaciones de que el trágico evento en Miami se relacione con la prueba” y que, durante este tipo de pruebas, la marina estadounidense considera “una gran variedad de factores ambientales y de seguridad para proteger a la gente, a los barcos y a la fauna que se encuentra en el área circundante”.
El sismólogo Paul Earle, del Centro Nacional de Información sobre Terremotos del Servicio Geológico de EE. UU, dijo al Miami Herald que el tamaño de la explosión detonada por la marina, junto con la distancia respecto al condominio colapsado y el tiempo que pasó entre ambos incidentes hace “improbable” cualquier conexión entre los sucesos.
"No vemos ningún mecanismo razonable para que la explosión de la Marina el 18 de junio haya provocado el colapso del condominio en el área de Miami Beach el 24 de junio", dijo.
"Hay alrededor de 300 terremotos de tamaño similar a la explosión de la Marina en los Estados Unidos contiguos cada año, ninguno de los cuales ha provocado un colapso importante de edificios", dijo Earle, y agregó que California ve terremotos de magnitud 3.9 con regularidad.
Frederick Shaffer, un ingeniero civil de Florida, dijo medio local de noticias WPTV dijo que era “poco probable” que la prueba afectara el edificio de Miami, donde los edificios están construidos para resistir huracanes. “Un edificio diseñado para los estándares del Sur de la Florida debería sobrevivir un terremoto promedio de California”, dijo.
Por ahora, un gran número de teorías, desde falla en los cimientos hasta daños de construcción, se han expuesto para explicar el mortal colapso del complejo, pero aun las causas son desconocidas. Por ahora, van contabilizados 18 muertos, entre ellos una uruguaya, aunque cerca de 145 personas siguen sin ser localizadas, tres de ellos ciudadanos uruguayos.