La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, llegó en la mañana de este domingo a Uruguay luego de viajar a Rusia y a Ucrania en el marco del conflicto bélico que ambos países están protagonizando. El viaje se dio por una misión de la Unión Interparlamentaria, en la que intercambiaron con legisladores de ambos países.

Argimón destacó que ambos parlamentos aceptaron recibirlos y además fue una de las razones por las que fue posible el trabajo. “Se imaginarán que hubo mucho de preparar, una delegación que iba a tener recorridos por espacios aéreos no permitidos y, por tanto, hubo que hacer todo una operativa que si no hubiera sido porque distintos gobiernos contribuyeron que fuera posible este trabajo”, comunicó.

En este sentido, la vicepresidenta subrayó la importancia del objetivo de la misión, que fue intentar de generar diálogo entre las partes. Según contó, los legisladores de ambos países, luego de dar su visión de los hechos y contar cómo la estaban pasando, manifestaron su “voluntad de diálogo”. Eso, para Argimón, “abre un camino” a la Unión Interparlamentaria de llevar adelante las diferentes operativas para concretar un encuentro.

Consultada sobre si tuvo miedo en algún momento, la presidenta de la Asamblea General respondió negativamente, aunque reconoció que sí hubo momentos en que se sentía “mucha tensión”, especialmente cuando se acercaban a lugares donde hubo bombardeos. El conjunto de parlamentarios se había propuesto anteriormente dialogaron con sus homólogos rusos y ucranianos, pero también con la sociedad, una actividad que pudieron realizar en ambos países.

“En ambos países libremente lo pudimos hacer, entonces recorrer los espacios bombardeados con los vecinos y esa mezcla de voluntad de seguir para adelante y reconstruir frente al dolor se hacía realmente muy emotivo todo”, indicó.

Sobre los parlamentos en el marco de una guerra, Argimón dijo: “Fue de los momentos que más me emocionó porque entrar a un parlamento que está totalmente protegido frente a eventuales ataques, con bolsas de arena, con ventanas protegidas. Fue uno de los momentos donde se vio, de alguna manera, la necesidad de avanzar en diálogos y el granito de arena que la Unión buscó”.

La nacionalista aseguró que la Unión Interparlamentaria no pretende terminar con la guerra, pero sí de “facilitar instancias de diálogo” que están siendo necesarias en un lugar donde no existe. “Los parlamentarios tenemos escenarios comunes de intercambio, personal y también institucional, y esto ayuda a contribuir a que estos espacios puedan darse. Ni bien se logró este acercamiento implica que se abre la posibilidad de que haya por lo menos otro diálogo entre actores políticos”, sostuvo.

“Seguramente, y es lo que ya se está manejando, pueda ser en un país europeo que otorgue la seguridad para ese encuentro, en lo posible en lo más breve”, agregó. Por último, Argimón reconoció que, en principio, no avizora el final de la guerra.