El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno argentino anunciaron un ambicioso programa de financiamiento por 20.000 millones de dólares destinado a transformar la economía del país. La hoja de ruta incluye reformas fiscales, monetarias, estructurales y mecanismos de contingencia para impulsar la productividad, reducir la inflación y reconstruir las reservas internacionales.

A continuación, los principales ejes del acuerdo.

Política fiscal: déficit cero y superávit primario

El gobierno mantendrá una política fiscal alineada con la regla de déficit fiscal global cero. El objetivo para 2025 es alcanzar un superávit primario del 1,3 % del PIB, con reformas estructurales a mediano plazo para reforzar este ancla fiscal.

Deuda y financiamiento: estabilidad y acceso a mercados

Se prevé que la deuda pública neta baje del 52 % del PIB en 2024 al 31 % en 2030. El plan incluye:

Política monetaria y cambiaria: rumbo a un tipo de cambio flexible

El programa promueve una transición hacia un sistema cambiario más flexible, con bandas cambiarias ampliadas y una política monetaria restrictiva para fomentar la demanda de pesos y contener la inflación.

Se espera un aumento de las reservas internacionales netas de al menos 4.000 millones de dólares en 2025, con una eliminación gradual de los controles cambiarios conforme a las condiciones económicas.

Reforma estructural: desregulación y productividad

El acuerdo contempla un paquete de reformas destinadas a impulsar la productividad y modernizar el Estado. Las prioridades incluyen:

Planes de contingencia

Ante posibles tensiones cambiarias o riesgos externos, el acuerdo prevé ajustes fiscales y monetarios inmediatos, incluyendo suba de tasas y un ritmo más prudente en la liberalización del mercado de cambios.