El último informe del Monitor de Coyuntura económica de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), elaborado por el economista Javier de Haedo y fechado este martes 23, da cuenta de los distintos impactos que se verán en los próximos meses en Uruguay ante el encarecimiento argentino en materia de actividad, impuestos y precios.
En este sentido, plantea que “una Argentina más cara” mejorará el balance del gasto en “turismo y compras” y la recaudación de impuestos, en particular la del IVA.
Además, “más tarde o más temprano” para De Haedo el país comenzará a “importar” inflación (en términos de dólares).
Asimismo, el monitor recuerda los datos de un relevamiento que realiza el Campus de la UCU en Salto y que muestra cómo en setiembre la brecha entre los precios en Salto y Concordia era 180% a favor de la ciudad argentina.
Mientras que hoy Salto es solo 50% más caro que Concordia. Además, plantea que “es muy posible que antes de fin de año” esta diferencia “se vuelva nula o negativa”.
En cuanto al tipo de cambio real (TCR) bilateral entre ambos países, “las tendencias” son favorables para Uruguay y “se mantienen firmes”, aunque “aún se está por debajo de los promedios históricos”. Y afirma que estos indicadores, tanto con respecto a dólar oficial como al dólar blue, “seguirán mejorando en los próximos meses”.
Otro indicador relevado es el gasto en turismo, cuyo balance en el último año ha sido negativo. Allí De Haedo maneja datos del primer trimestre del año, pertenecientes al Ministerio de Turismo, y explica que si bien, el saldo entre turismo receptivo y turismo emisivo sigue siendo negativo, el primero cayó 6% en lo que va del año y el segundo tuvo una desaceleración del 19% interanual.
En materia de impuestos, en 2023 en Uruguay “el consumo de los hogares subió 3,6% real mientras que la recaudación del IVA cayó 0,9% real”. Esos números empiezan a equipararse porque se traslada mucho del gasto que antes se hacía en Argentina, con su consiguiente pago de impuestos en la vecina orilla, a los impuestos nacionales.
Por último, este aumento de la demanda interna por bienes y servicios tendrá su correlato en los precios. De Haedo lo lee en términos de que salió del mercado un “competidor”. “Los precios internos podrían empezar a reflejar el efecto de la inflación (en términos de dólares) que será ‘importada’ desde Argentina”, termina.