Desde el inicio de la presente década se hizo tristemente frecuente en nuestro país el timo mediante una modalidad ya conocida como “cuento de los billetes”.

Si bien la casuística puede ser diversa, el dolor funciona de la siguiente manera: un estafador contacta de forma telefónica a la potencial víctima -generalmente adultos mayores- y se hace pasar por un familiar o allegado. Una vez lograda la impostura, la insta a cambiar sus ahorros de manera urgente alegando que los billetes en curso perderán valor en cuestión de días, siendo sustituidos por unos nuevos “plastificados”.

Cuando el falso pariente logra que su interlocutor muerda el anzuelo, le dice que enviará a una persona -un supuesto abogado, escribano, funcionario bancario, etc,  según la preferencia del malviviente- a recoger sus ahorros. Cuando la entrega se concreta, el damnificado no vuelve a saber más sobre su dinero.

Esa modalidad tan corriente en nuestro país fue “exportada” a la vecina orilla por un delincuente conocido precisamente como “El uruguayo”, un hombre de 41 años que en complicidad con otros dos sujetos estafó a sus anchas en las localidades bonaerenses de Bragado, Chivilcoy y Suipacha.

Según consigna el medio local Bragado Informa, la banda del uruguayo utilizó el truco antes descrito para estafar a varias personas. Uno de los casos resulta llamativo porque los delincuentes consiguieron que la víctima les entregara efectivo y también una tarjeta de débito, con la que extrajeron una fuerte suma de a cuenta del damnificado.

Cebados, los estafadores doblaron la apuesta, y días más tarde le pidieron a la misma persona que les entregara la tarjeta, que ya había sido emitida y enviada por la entidad bancaria. Si lugar a dudas “El uruguayo” fue persuasivo, porque la víctima volvió a caer y los truhanes retiraron una vez más dinero de la cuenta.

El trío liderado por nuestro compatriota cometió varias estafas entre abril y mayo. El pasado 5 de agosto, allanamientos dispuestos por la policía bonaerense en las localidades de Moreno y Chivilcoy permitieron la detención del uruguayo y uno de sus cómplices. De acuerdo con el citado medio, el tercer integrante de la gavilla ya había sido arrestado antes por otra causa.

El oriental fue procesado por “Estafa en grado de tentativa” y “Hurto simple” e hizo uso de su derecho de negarse a declarar.