El intendente de Maldonado, Enrique Antía, recorrió con el ingeniero y exministro de Obras Públicas (1995-2004), Lucio Cáceres, los trabajos que se llevan a cabo en el puente de La Barra, cuyo pasaje en una de sus vías se clausuró para el público debido a la inestabilidad de la estructura.
Antía dijo que se está en una “carrera contra el tiempo” y una “fatalidad”, pero destacó la “rapidez y la celeridad” con la que la empresa Saceem “ha encarado toda esta instancia”.
“Vemos una empresa que está empujando, queriendo hacer las cosas lo más rápido posible sabiendo la importancia que para el departamento tiene esto. Y eso a nosotros nos da confianza, pues, además, técnicamente están muy preparados y es una muy buena noticia”, dijo el jerarca, que comentó que se está trabajando en el lugar a tiempo completo, hasta las 8 de la noche.
Al ser consultado sobre si tenía un “plan B” en caso de que los resultados de los trabajos de reacondicionamiento no sean los esperados, sostuvo: “Esto es como cuando hay un enfermo en CTI, uno está pensando en salvarlo. No está pensando en un plan B, está pensando en salvarlo y esa es la actitud que tenemos que tener todos”.
“Se está trabajando para tratar de resolver el tema para la temporada de verano, pero no somos magos. Los vecinos tienen que saber que esto fue una fatalidad y que, bueno, se va a encarar”, agregó.
Tras preguntársele por los costos que tienen las obras y sobre cómo lo va a afrontar la Intendencia, Antía recalcó su analogía y expresó: “La Intendencia nunca echó para atrás. Nosotros queremos salvar el puente. Primera etapa, ya lo dije, cuando un enfermo está en CTI, usted no está pensando en dónde le va a hacer el velorio ni qué tipo de cajón, ¿no? Porque estamos luchando para salvar al enfermo. Bueno, después hablamos, después vemos”.
“Acá lo importante es que no se perdió un solo día”, afirmó.
El jefe comunal dijo que, si “toda rueda bien y no hay novedades en contra”, en los próximos diez días se van a instalar los primeros soportes que se mandaron a construir. “La viga, de acero, tiene 12 metros de largo, un metro y 90 centímetros de altura —es más alta que yo la viga— y un ancho de un metro; una cosa potente”, detalló.
Por su parte, Cáceres dijo que todos los días le informaban cuánto iba bajando el puente y que cuando bajó 15 centímetros dijo que “pasó algo”. Afirmó que con las obras accesorias la estructura parará de bajar y con eso quedaría “habitable” para el tránsito liviano.
Cáceres explicó que se colocarán cuatro pilotes, dos a cada lado, y unas vigas de acero que van a permitir descargar el peso del puente, lo que permitirá trabajar.
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