Supongamos que es 1º de marzo de 2020 y usted fue electo presidente. ¿Cuáles son las primeras medidas que le parece que hay que implementar?
El primer gran lío para a hacer encarar con firmeza es el área de educación. Las clases empiezan el 3 o el 4 de marzo y ahí nosotros tenemos que tomar medidas importantes para devolverle a la población el mando en la enseñanza, que es el mandato constitucional que nos da la democracia en la votación. Nosotros pensamos corregir en forma inicial aquello de la integración de los organismos de la educación dándole voz, pero no voto, a las organizaciones gremiales y devolviéndolo a los especialistas delegados de los diferentes partidos. Nosotros estamos apostando fuerte a un modelo de encuentro partidario que, podríamos decirlo, como línea de trabajo es Eduy21, donde hay especialistas de diferentes partidos que entienden que es necesario retomar una senda diferente en materia de calidad, y hay que llegar a un acuerdo nacional para tener una estabilidad de cambio en los próximos 20 años. La educación hoy está fracasando. Se ha invertido mucha plata, pero no está rindiendo lo que debería rendir y encarar en serio algo que es limitante para el desarrollo del país para resolver el tema de futuros empleos y para darle oportunidad a los uruguayos. Hoy estamos en un riesgo por los resultados educativos sobre todo por la gran deserción: más del 75 % en aquellos sectores de menores ingresos en liceo que nos lleva a un camino de fragmentación social que sería trágico para el Uruguay. En primera medida, el 3 empiezan las clases, hay que tomar alguna medida para dar una señal de que las cosas empiezan a cambiar y que hay un orden de gestión y un orden en el gobierno, ¿no es cierto?
¿Qué posibilidades de cambio hay en la educación?
Vamos a ubicarnos. Estamos en una interna partidaria donde tenemos que elevar a la interna partidaria nuestras propuestas y armar un plan de gobierno de partido. Vamos a acordar con el resto del partido las propuestas, pero más allá de eso vamos a acordar con el resto de los partidos, y ese es uno de los puntos que tenemos que tratar de llegar a entendimientos más amplios antes de la elección. Por lo menos las líneas principales, porque el tema educativo no es un tema de partido, es un tema de país. Yo sería un atrevido si hoy empiezo 'voy a hacer esto, voy a hacer lo otro', y estoy faltando el respeto a la opinión de aquellos que quiero que se sienten a decidir con nosotros en la mesa. Ese es un objetivo que nos hemos marcado, claramente. Por supuesto más escuelas de tiempo completo; más escuelas en el área de iniciación; ese plan Caif, que ayuda tanto a los niños de cero a tres años; más liceos en áreas de dificultad social, de tiempo extendido; más independencia en los directores administrativos de los distintos centros de enseñanza; capacitación profesional; toda una serie de medidas que coincidimos con otros partidos y puntualmente hemos cambiado algunas ideas, pero precisamos ahí sí una gran mesa de trabajo integrada por todos aquellos que quieran cambiar la educación.
Hay algunas encuestas que refieren a principales preocupaciones de la población, entre esos temas últimamente ha vuelto a aparecer, y con mucha insistencia, el tema del empleo. ¿Qué medidas se le ocurren en esta materia?
Nosotros cuando iniciamos la campaña en Las Piedras fuimos los primeros que pusimos el tema del empleo arriba de la mesa. Lo pusimos con dos ejemplos, del arroz y de la leche. A los tres días cerró Pili y cerró Saman. Estamos fuera de precio internacionalmente, estamos caros como país. Y cuando se pierde una chacra de arroz no se pierde solo la chacra de arroz, que alguno podría decir 'bueno, que plante una pradera'. No, se pierde una chacra de arroz, se pierde el maquinista, el tractorista, el camionero que hace fletes, el herrero, el tornero que arregla, los peones y a aquellos que trabajan en el molino arrocero. Porque además, antes vendíamos el arroz mejorado, preparado, hoy lo tenemos que vender con cáscara porque los precios internacionales no nos permiten competir al agregar valor. El tema del empleo es un tema país que el gobierno desconoció hasta hace poco tiempo. Hablaba solamente de crecimiento de PBI y lo veíamos al ministro de Economía hablar de los espacios económicos en los cuales se podía seguir redistribuyendo y el producto que va creciendo, pero paralelamente hacía cuatro años que veníamos perdiendo empleo en silencio. Exportamos más de 40.000 jóvenes y perdimos más de 50.000 puestos de empleo. En esta gira que hicimos por el interior del país, el Centro Comercial de Colonia, hace menos de un mes, me dijo, con datos oficiales, 'el 26 % de los desempleados de Colonia provienen de pequeñas empresas que cerraron'. En San José me dijeron que hace un año y medio teníamos una carilla y media de comerciantes atrasados con BPS, hoy tenemos 15 carillas de comerciantes atrasados con BPS. Ese es el paso previo a cerrar, porque no se puede cumplir con la mora, los intereses, se van comiendo a los empleados, a los comerciantes, y vamos a seguir perdiendo empleo. Estamos en un proceso de pérdida de empleo. Ese tema, primero, para arreglarlo hay que reconocerlo. El gobierno no lo reconoció. Recién se dio cuenta de esto cuando espontáneamente en todo el país aparecieron productores rurales, empleados y pequeños empresarios de todo el país en aquella manifestación de Un Solo Uruguay, que fue espontánea. No había una cola política metida ahí ni fue organizada por nadie. Fue la gente que transmitió y el gobierno recién ahí fue alertado por primera vez. Me acuerdo de que lo hizo enojar al gobierno. Hoy el tema del empleo está en el número uno de las inquietudes de todos nosotros. No es un tema fácil de resolver y no es un tema para manejarlo livianamente, creeme. Porque nosotros estamos en la Intendencia (de Maldonado) todos los días recibiendo gente en la cercanía, todos los días tenemos situaciones de angustias familiares muy grandes: padres de familia o jefas de hogar con el dilema de cómo hago para llevar el pan a la mesa. 'No quiero robar', te dicen algunos. Hoy es un gran problema a resolver como país. No se arregla de un día para el otro. Pero hay que tomar medidas rápidas, unas de largo aliento y otras rápidas. El camino más rápido es empezar a darle un pequeño afloje a pequeñas empresas que facturan menos de $ 4 millones por año a los efectos de mejorarles las condiciones de pago de impositiva por ficto y no como están hoy afectadas. Eso facilitaría rápidamente la reactivación de muchas de ellas y poder cumplir con algún puesto de empleo más perdido en ahorro de costos que tienen de gestión. Por otro lado, deberíamos dar un respaldo a la pequeña y mediana empresa, incluso facilitar un período de gracia de no pago de impuestos, sí de formalización, pero dar un período de gracia para que recuperen y tomen empleados que hoy están sin trabajo. Por otro lado, tenemos que dar un mensaje fuerte en materia laboral, decir 'bueno, no hay más ocupaciones'. No podemos permitir ocupaciones, hoy tenemos un drama. Hace días la noticia era que Conaprole, una empresa que está luchando con el mercado exterior, por paros parlados, incumpliendo un contrato de trabajo que estaba registrado en el ministerio (de Trabajo y Seguridad Social), está perdiendo de vender, en una situación que puede llevar a la crisis económica de la empresa, a la más importante de lácteos del país. El gobierno se lo está permitiendo, cosas que legalmente son inviables, firmadas en un contrato de trabajo. Tenemos que tener firmeza en las medidas que tenemos ahí, tenemos que impedir ocupaciones y paros parlados. Eso para dar señales a la inversión, que necesita de esa estabilidad para recuperar puestos de trabajo, para arriesgar su capital, porque si no hay inversión no hay recuperación del trabajo. Por otro lado, tenemos que cambiar la política económica de inserción internacional que no nos ha permitido comerciar con el mundo. Hace 15 años que no logramos ningún acuerdo especial. Chile, en los mismos 15 años, hizo más de 85 acuerdos de comercio preferencial con todo el mundo para defender a sus trabajadores, para defender a sus empresas. Hay montones de medidas juntas a tomar, y hay que dar un shock de confianza en ese sentido. Y por supuesto favorecer a aquellas empresas que tomen personal y darles un período de gracia para que ese personal que tomaron, después de un año estable, recién poder dejar de gozar de las facilidades de aportes a la caja del BPS. Generar impulsos para que tomen trabajos, porque hoy tenemos muchos desempleados. Y así y todo no va a poder resolverse a corto plazo si no se toman medidas de reducción del costo país. Ahí está el tema del combustible, el tema de la energía. Todo un mundo de medidas que además requieren de mucho respaldo político a nivel nacional.
Sobre el tema de las tarifas, ¿hay posibilidades reales de bajarlas? Le pregunto por dos específicas, tanto la de UTE como la del precio de combustible.
Hay. Hay posibilidades reales de bajar las dos tarifas. Yo fui director de UTE, trabajé en el directorio de UTE hasta que inicié la campaña en la Intendencia de Maldonado. Cuando yo me fui de UTE, el equipo de planeamiento tenía previsto la posibilidad de bajar un 15% el precio de la energía, por los contratos que UTE estaba realizando. Después realizó contratos más eficientes. El gran ahorro que hizo UTE en materia energética, el cambio de la matriz energética, que ahí hay que sacarse el sombrero con la única política de Estado que hubo en el Uruguay que permitió realmente un ahorro país. Fue un acuerdo de todos los partidos que se cumplió, y yo fui garantía desde la oposición de impulsar esa política en UTE. Ese ahorro, que iba a ser volcado en bajadas de precios de energía porque los técnicos lo decían y estaba en la voluntad de todos nosotros, fue usado para tapar el agujero de ANCAP. Entonces, si no administrás bien no vas a poder nunca disfrutar de esos ahorros. No solo fue a tapar el agujero de ANCAP sino a una chanchita que había, en la cual UTE todos los meses aportaba para cubrirse de una crisis energética, también rompieron la chanchita, y fue manoteada esa plata. Es posible bajar los precios de la energía y, sobre todo, que se están haciendo acuerdos importantes de comerciales y hoy hay un sobrante de energía que se está exportando. Por supuesto, ahí hay un camino a mejor administrar y resolver.
En combustible lo mismo. ¿Cuánto pesa en el combustible el subsidio al boleto? $ 3,90. Me dijeron los técnicos del Ministerio de Industria en el Congreso de Intendentes. Ahí hay casi un 10 % del precio del combustible en el precio del boleto. Hay que mejorar la eficiencia en el boleto, en el transporte colectivo, para no seguir en el subsidio. Hay que buscar la manera para ir desprendiéndose de eso. Eso es el primer tema. Todos los productores del país, los que plantan, los que cosechan, los que transportan, pagan para el subsidio del boleto de Montevideo. No cierra eso, ¿no? En un país organizado... Ahí hay una punta. Por otro lado, ALUR forma parte del precio del combustible. ¿Cuánto pesa el sobreprecio que ALUR produce sus productos por mala compra y por mala gestión? $ 3 por litro de combustible. Bueno, ahí hay que buscar la manera de tapar el agujero. Hay que buscarle otro destino a ALUR o buscar una salida por el lado de la eficiencia. Dos datos concretos, amén de muchos otros de ordenamiento en la gestión.
En las mismas encuestas de preocupación también está bastante presente el tema de la seguridad. Te he escuchado hablar en algunas oportunidades sobre el tema y, en primer lugar, te has separado de la reforma que propone Jorge Larrañaga. ¿Qué medidas proponés en materia de seguridad?
No solo yo, otros se separaron también. Es un dato fuerte. El propio comandante en jefe del Ejército (en referencia a Guido Manini Ríos), que ahora armó un partido, dice que las Fuerzas Armadas no están preparadas para la seguridad, alguien de adentro que lo dice. Nosotros pensamos siempre lo mismo, porque hablamos mucho con militares en la zona, en mi departamento, en el interior, hablamos mucho con policías, con jefes, hace años que trabajamos en Maldonado con la seguridad. Desde el gobierno de (Jorge) Batlle nosotros hemos trabajado siempre con la seguridad de Maldonado. Desde esa época nos involucramos en temas de seguridad porque para Maldonado eran claves, por un tema de trabajo, por un tema de turismo, hicimos incluso en este gobierno una propuesta a nivel nacional que fue aceptada por el presidente (Tabaré) Vázquez. Hicimos un acuerdo con Vázquez y con el (ex)ministro (Jorge) Menéndez en el cual cedieron a Maldonado la posibilidad de hacer una inversión en materia de tecnología para mejorar la seguridad, porque Maldonado lo precisaba y porque además era un testigo, un modelo en momentos en que se discutía sobre las cámaras, y nosotros le aportamos al país desde Maldonado un modelo que está funcionando correctamente. En el primer año de funcionamiento de las cámaras mejoraron un 32 % las rapiñas y un 54 % en los arrebatos. En el primer año se instalaron en tiempo récord y ha cambiado el sistema operativo de la policía. La sigue operando el Ministerio del Interior, la misma Policía, pero el sistema ha funcionado de tal manera que en la prevención funciona, en la resolución de casos funciona y en la prueba judicial funciona. Lo que ha significado un cambio muy importante que nosotros pretendemos extrapolar al resto del país. A la delincuencia hay que ganarle con inteligencia, y ese despliegue tecnológico nos lo ha permitido, como lo permite en muchos países del mundo, y está probado. No es un invento de Maldonado, permite resultados de ayuda para mejorar rápidamente en la seguridad. El equipo asesor nuestro, experientes inspectores y los principales cargos en diferentes épocas en el Ministerio del Interior, jueces y fiscales que ocuparon diferentes cargos en su oportunidad. Nos han planteado un programa de trabajo estupendo en materia de seguridad que hasta por algunos sectores de izquierda han dicho que es el mejor programa presentado en esta instancia y tenemos mucha fe de que puede instalarse porque se financia fácilmente e incorpora en el programa un rol también para las Fuerzas Armadas en materia de cerramiento de fronteras y en materia de prevención del ingreso de droga. Y ahí si hay que tomar unas medidas en serio. Comparto aquello que levanta Larrañaga en el plebiscito sobre el ingreso nocturno para prevención en el tema droga, pero hoy se podría hacer con los permisos del juez y con una actitud diferente en materia de Poder Judicial. Eso se arregla. Básicamente, hoy tenemos, con ese proyecto que estamos planteando, prevención, resolución de casos que ha permitido resolver cosas que son imposibles de responder. Aquel robo de una banda de mexicanos que robaron en cuatro o cinco países y en dos horas estaban los 15 presos en el Enjoy, y otra banda de hace poquito de chilenos que explotaban cajeros. O un asesinato de una mujer resuelto por información que te da el equipo, el seguimiento y la marcha adelante y atrás que te da el análisis. Los equipos técnicos y analíticos trabajando. Es realmente. dicho por la Policía, un avance. Y bueno, si eso está hay que usarlo. Nosotros sabemos que lo podemos financiar a 10 años y con 60 a 80 millones de dólares tenemos una primera etapa de cerramiento de toda la costa, desde Colonia al Chuy, incluyendo el área metropolitana. También un complemento para Prefectura, Ejército y aviación: radares y tecnología de respaldo para cerramiento de frontera.
Recibiste el apoyo de la Iglesia denominada Pare de Sufrir. ¿Cómo surgió este apoyo?
Son vecinos. Esto surge hace cuatro años o cinco, en la otra elección. Gente que pertenece a la iglesia, no pastores ni sacerdotes, sino fieles que organizaron una lista de Maldonado junto con otros. Esa lista trabajó a nivel de los barrios más pobres de Maldonado y obtuvo una importante votación que llevó a que pudiéramos ayudarnos a ganar el gobierno. Tienen su edil, los convencionales y sus dirigentes. Nosotros vimos en quien comanda ese grupo, un trabajador hecho de abajo, su vocación de servicio y ayuda. Han hecho un trabajo muy importante a nivel de los barrios más carenciados. Ellos aprendieron a trabajar con nosotros, les gustó la manera que tenemos nosotros de respaldar a la sociedad y se corrió la bola dentro de los feligreses de que el sistema de trabajo que nosotros aplicamos con la comunicad, con los más pobres, era algo que la gente estaba precisando. Surgió de forma espontánea un respaldo a nuestra tarea. No son pastores ni son miembros de la Iglesia, son fieles de la Iglesia que ven en nosotros, en el equipo nuestro, un equipo comprometido con los valores de la familia, con la ayuda social, con la preocupación por los presos, con la preocupación por aquellos que viven en condiciones inadecuadas en los asentamientos y ven el resultado fantástico. El plan de readecuación de asentamientos que tenemos en Maldonado. Esto fue surgiendo en forma natural y como ven que la acción política que nosotros hacemos es un modelo importante para llevar adelante el desarrollo de aquellos más humildes, salió en forma natural.
¿De alguna manera esto podría generar, en un gobierno tuyo, una relación distinta entre Estado e Iglesia?
De ninguna manera, no tiene nada que ver. La Iglesia por un lado y El estado por otro. Yo soy cristiano y católico practicante. Y yo no le digo a la Iglesia que vote conmigo. Aquellos que me conocen saben cómo es mi familia y cómo actúo, me ponen como ejemplo. Había otras épocas en que la Iglesia tenía otros ejemplos. Pero yo soy amigo de los judíos, de los ortodoxos y he participado de reuniones hermosas en la comunidad judía. Yo soy amigo de la sociedad y tiene diferentes expresiones. Nos ven trabajando así, nos ven teniendo resultados en el área social y la verdad nunca nos vinieron a pedir nada formalmente como Iglesia. Sí ayudar a encarar temas de base de sociedad y los hemos visto trabajar y ha sido exitoso. Me dijeron que les gustaría acompañarme y les dije que sacaran una lista y laburen, y se juntaron y laburaron y sacaron una lista en Canelones, una lista en Maldonado y una lista en Montevideo, porque ellos quieren involucrarse también con la sociedad en forma más explícita. Me parece bien aquellos uruguayos que quieran involucrarse con las cosas de su país. El Estado no puede hacer todo y lo hace mal. Hay gente civil de esas comunidades, como hay católicos que van a las cárceles y están ocupando un lugar de respaldo a aquellos que no tienen horizonte, que se ven perdidos y los están rescatando de esa soledad y de esa desidia y los están recuperando a la vida, y los hay de esa Iglesia y de otras. Es decir, son vecinos que se organizan, como las ONG que le gustan los perros. Es mucho más eficiente hacerlo por intermedio de terceros. Lo vemos nosotros en el interior, que apoyamos todo, apoyamos el fútbol, la escuela, el ciclismo, apoyamos a los Down, apoyamos a los parapléjicos, apoyamos a los sordomudos. Toda esa acción social la tenemos por intermedio de la gente, no son funcionarios públicos que lo hacen mal, a desgano y no trabajan ni los sábados ni los domingos. Entonces ahí tenemos a la sociedad involucrada en tender una mano solidaria. Surge de esa manera el apoyo, ven en nosotros un hombre de familia, de trabajo, que ha cumplido todos los objetivos propuestos en materia de gobierno y en materia social. Se corrió la bola y ofrecieron ese respaldo. ¿Cómo vamos a decir que no habiendo tanta gente que precisa?
En las últimas semanas surgió una declaración del subsecretario del Ministerio de Salud, Jorge Quian, sobre una posible despenalización del comercio de la cocaína. Lo consulto relacionado, por ejemplo, a la aprobación de la ley de control y regulación del comercio la marihuana. ¿Son batallas contra el narcotráfico que tendrían lugar en tu gobierno?
No, no, te puedo asegurar que no. Un error enorme del gobierno es utilizar a Uruguay como conejito de indias de un proyecto de marihuana de la manera que lo manejaron. ¿El Estado vendiendo marihuana? ¿El estado plantando papas? ¿Plantando cebolla? Nada que ver. Ahora, si a mí me decís 'bueno, dejemos que los muchachos tengan los clubes, dejémoslos correr controlados', o algún proyecto de marihuana científica te lo llevo. Pero, ¿El Estado vendiendo en farmacias marihuana? Lo que hizo fue aumentar el consumo, de marihuana primero y de otras cosas después, porque a los chiquilines de 14, 15, 16 17, 13 o 12 años no les venden en la farmacia, están comprando en el mercado negro. ¿Se preocuparon de hablar del daño que hace la marihuana como lo hicieron con el alcohol para imponer una política de alcohol cero? Largamos la marihuana y lo hicieron natural el tema, cuando sabemos el trastorno que le causa a los niños y a los jóvenes y a los estudiantes en las motivaciones, el esfuerzo y los riesgos Yo he hablado con muchos muchachos que están en la droga o salieron de la droga porque tengo hijos jóvenes o amigos de esa edad y sabemos que la marihuana es la puerta de entrada. ¿No genera ningún daño? Uruguay no está para esos experimentos. Yo como padre de cinco hijos dije: 'Ta, (José) Mujica lo hace porque no tiene hijos, porque si fuera padre nunca estaría en esa onda'. Ahora hay algo que tendremos que manejar, vamos a tener que explicar bien. No vemos al Estado vendiendo marihuana.
¿Ves una especie de derogación de esta norma?
Vamos a tener que reanalizarlo, sin ninguna duda.