La semana pasada se informó que las escuelas urbanas permanecerían abiertas durante todo el horario escolar los días lunes y martes y allí se inscribiría a aquellos niños que precisen la comida que se les entrega habitualmente. Se estima que unos 25.000 alumnos comen en las escuelas.
Sin embargo, algunos padres, tal vez por su situación económica, no inscribieron a sus hijos para recibir la alimentación diaria.
Este lunes, en medio de una situación económica desfavorable en la que miles de personas están perdiendo su empleo o siendo derivadas al seguro de paro, la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP) informó que muchos padres y madres que no inscribieron a sus hijos están yendo a las escuelas a retirar la comida.
La situación que denuncia la agrupación es que son las maestras, los directores y los funcionarios no docentes los que comunican a las familias que no pueden recibir la comida.
Mediante un comunicado, la FUM-TEP exhortó al gobierno "a hacerse cargo de brindar respuesta a las familias que frente a la inestabilidad de sus fuentes laborales se ven imposibilitadas de proveer la alimentación de sus hijos".
Montevideo Portal consultó a Elbia Pereira, secretaria general de FUM-TEP, quien explicó que lo que se pide al gobierno es que "se dé una respuesta" a las familias.
"Más familias están yendo a los centros escolares a solicitar su bandeja y los maestros y funcionarios se exponen a decirles que no tienen porque no se inscribieron en los días lunes y martes", señaló y consideró que no debería ser tarea de ellos dar esa mala noticia.
"No debería pasar, en esta situación en donde cada vez más trabajadores se ven con sus ingresos disminuidos por el envío al seguro de paro, que se les esté diciendo por parte de maestros o directores que no están en la nómina", expresó.
"En este caso, el gobierno nacional tiene que hacerse cargo de brindar estas respuestas a las familias", consideró.
Pereira también informó que se abrió una "lista de espera" para aquellos padres que ahora sí quieren que sus hijos reciban la comida de la escuela. "Las cifras de pérdidas laborales van en aumento entonces las familias van a las escuelas a buscar la vianda, pero tienen el obstáculo de no haberse inscripto porque su situación era otra", resumió.