Argentina ultima medidas para restringir la circulación en horario nocturno en todo el país con el fin de frenar la nueva escalada de contagios de coronavirus, mientras multitud de personas aguardan a las puertas de los centros de testeo para hacerse hisopados en plena temporada de verano.
"Hubo acuerdo de parte de todos los gobernadores con la necesidad de restringir circulación en horario nocturno. Las medidas van a estar esta tarde ya definidas, se están redactando y van a estar publicadas mañana. Va a regir a partir de que se publique", adelantó este jueves el jefe del Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero.
MÁS DE 13.000 POSITIVOS DIARIOS
Las nuevas restricciones, cuya letra pequeña aún se desconoce, llegan después de que en los últimos días, en un contexto de mayor desatención de la sociedad a las medidas de distanciamiento en plena temporada vacacional, volvieran a registrarse más de 13.000 nuevos positivos, algo que no se daba desde octubre pasado.
En un acto en Buenos Aires junto al ministro de Salud, Ginés González García, Cafiero señaló que "si el aumento de casos se sigue sosteniendo", la convicción es avanzar en medidas "de restricción de circulación" en consenso con los gobernadores provinciales, con quienes el presidente, Alberto Fernández, mantuvo ayer un encuentro virtual para decidir cómo afrontar la nueva escalada de contagios.
En medio de estampas de fiestas clandestinas y playas llenas de gente sin respetar distancia -actualmente en casi todo el país se mantiene una etapa de distanciamiento social y no de confinamientos-, el mandatario llamó el lunes a la "responsabilidad social" ante el riesgo de que "todo vuelva a paralizarse" como meses atrás y apuntó en especial contra los jóvenes.
Y ya esta semana las provincias de La Pampa y el Chaco anunciaron la prohibición del movimiento de personas por la noche, y otras como Buenos Aires -la más poblada y la de mayor turismo estival- llamaron a evitar lo más posible la movilidad y el contacto para impedir que la situación se vuelva crítica, aunque sin endurecer las medidas ya existentes.
REPUNTES EN MEDIO DE LAS VACACIONES
Si bien ya se había normalizado en gran medida el tráfico aéreo internacional tras las fuertes restricciones que regían desde marzo por la pandemia, el nuevo aumento de casos llevó al Gobierno a disponer el cierre de fronteras para países limítrofes, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Australia desde el 25 de diciembre y hasta este 8 de enero.
También de Reino Unido por la aparición de la nueva cepa de la enfermedad, que según señaló hoy Pascual Fidelio, director del Instituto Malbrán -institución pública de investigación científica-, aún no se ha detectado en el país, mientras sí se encontró la "variante de Río de Janeiro": "Hay que esperar todavía para hacer alguna apreciación sobre las características de esta cepa", agregó.
En la actualidad, al país solo pueden entrar argentinos y residentes -además de diplomáticos y personal esencial, tripulaciones o deportistas que participen en eventos- con la presentación de un test de PCR negativo en coronavirus y la obligatoriedad de realizar una cuarentena obligatoria de siete días.
En cuanto al turismo interno, para ingresar en la ciudad de Buenos Aires, los visitantes y los residentes de la capital que regresen tras 4 días o más de estar a más de 150 kilómetros deben completar la declaración jurada y hacer el test en el aeropuerto o en las estaciones o, de llegar en auto, dentro de las 72 horas en cualquiera de los puntos de testeo habilitados, bajo turno previo y de forma gratuita.
Es así que a las puertas de esos lugares se concentran multitud de personas para hacerse hisopados, algunas con síntomas y otras por marcharse o volver de viaje.
Respecto al futuro de la temporada turística, Cafiero señaló que si se extreman las medidas de cuidado, el objetivo es que la actividad económica no se vea afectada.
AVANZA LA VACUNACIÓN
Desde el 29 de diciembre, Argentina -que desde marzo pasado ha registrado 1.676.171 personas con el virus, de las que 158.147 aún cursan la enfermedad y 43.976 han fallecido- lleva adelante la campaña para vacunar el personal de salud con la primera remesa de 300.000 dosis de la Sputnik-V rusa, en todas las provincias de forma gratuita y voluntaria.
"Alrededor de mediados de este mes vamos a ir a buscar con un avión de Aerolíneas Argentinas las dosis complementarias de esta primera aplicación, y a partir de ahí empieza un flujo muy grande de vacunas. Hemos comprado 20 millones", señaló este jueves el ministro de Salud.
Según datos difundidos ayer, hasta ese momento se habían aplicado 52.195 dosis, y se reportaron "1.088 eventos" en personas vacunadas, de los cuales el 97,7 % responde a síntomas leves asociados a dolor de cabeza o muscular.
El Gobierno estima contar en los próximos meses con más de 50 millones de dosis de diversas vacunas, en un país con alrededor de 45 millones de habitantes.
Además de la vacuna del instituto Gamaleya de Rusia, y mientras avanzan conversaciones con la estadounidense Pfizer y las chinas Sinopharm y Sinovac, Argentina ha cerrado hasta ahora otros dos contratos: uno con la británica AstraZeneca -que se aplicaría desde marzo-; y nueve millones con la alianza Covax, que depende de Naciones Unidas.
Agencias