El pasado martes, Animales sin Hogar recibió un pedido de ayuda: un vecino de Santa Rosa, en Canelones, afirmaba que un residente de la localidad había quemado un perro, que aún presentaba signos de vida y "un terrible sufrimiento".
La organización, informa en un comunicado, actuó de inmediato: se comunicaron con el denunciante y recabó información para ubicar al animal.
Cuando un equipo de la ONG se dirigía a la localidad para hacerse del animal, que se encontraba abandonado en la calle y sin asistencia, la misma persona que dio aviso del hecho volvió a comunicarse y aseguraba que quien quemó al perro, el dueño, se encontraba armado y se estaba llevando el animal a un monte cercano. La organización solicitó que se intente evitar eso, pero el vecino repitió, en varias ocasiones, el temor por las represalias que pudieran ocurrir.
La ONG logró hacerse del animal, pero ya se encontraba sin vida. Se le hicieron placas al cuerpo, las que confirmaron la existencia de una bala en su cráneo. El animal "presentaba dos agujeros en el cráneo con hemorragia alrededor lo que implica que el tiro no fue postmortem", detalla el comunicado.
La ONG recuerda que la ley 18.471 de Protección Animal establece que el sacrificio de este tipo de animales solo puede realizarse por un médico veterinario, "pero el animal ni siquiera tuvo la posibilidad de ser asistido por uno".
La organización agrega que está esperando que la Justicia o el Ministerio Público "actúen de oficio dada la gravedad de los hechos". Aun así, aseguran que están dispuestos a realizar una denuncia penal si la Justicia no actúa de oficio, y llaman a que testigos se "animen" a hablar, "ya que todos los que se han comunicado en forma privada manifiesta el gran temor que le tienen al sujeto por ser violento y andar armado".